Mis años de agregado (16).- Israel Zepeda
Fecha Monday, 10 August 2009
Tema 076. Agregados


MIS AÑOS DE AGREGADO (16)

 

La década de los 90´s

 

Parte II

 

Israel Zepeda

 

 

Durante estos meses he tenido la oportunidad de conversar con algunos que estuvieron en mi centro y, que al pasar los años, hemos podido reencontrarnos. Durante estos encuentros hemos estado reflexionando de los últimos tres lustros en donde la labor con los Agregados ha tenido un crecimiento casi nulo en comparación con aquellos que han dejado la Prelatura. Uno de ellos, que estuvo cerca de 40 años en la obra me platicaba de cómo había conocido la obra y que en su momento no entendía muchas de las cosas que le decían, al grado que todavía en sus primeros meses de pertenencia al Opus salía con sus amigos a fiestas y bailes teniendo en puerta su boda con su todavía prometida. Me comentaba que el rompimiento con su novia fue muy duro pero en ese momento actuaba a lo que consideraba que era correcto de acuerdo a las indicaciones de los directores. Aquí vemos de cómo el Opus Dei, aprovechándose de la buena fe de muchas almas, las hace pertenecer a la Obra y les van destruyendo sus aspiraciones profesionales y, principalmente, el proyecto de vida que uno va construyendo...



Como comentaba en mi artículo anterior, en estos años trabajé en el Cedros. Durante esa etapa llegué a tener una gran ilusión por lo que hacía, que llegó un momento que lo mío era ser profesor de religión y que ese era mi meta en la vida. En verdad no me daba cuenta de que estaba pasando por una depresión emocional ya que un par de meses antes mi madre había fallecido y no había un respaldo emocional por parte de la Obra. Es más, de manera indirecta a través de con quién hacía la charla en esos momentos, se me planteaba la posibilidad de vender mi casa e irme como numerario estando ya cerca el mes en que estaba programado en hacer la fidelidad. Aquí fue en donde empecé a tener dudas acerca de mi pertenencia al Opus Dei pero fue más mi miedo a perder mi trabajo, además que se me decía que posiblemente lo mío no era el estar en el Opus. Sin embargo me dijeron que sí podía hacer la fidelidad y en un momento sentí que era la mejor solución y dejar todo en manos de Dios para encontrar una respuesta en ese momento a la paz de mi alma. Años después encontré la respuesta y este año celebramos una década en dejar el Opus ¡Gracias a Dios!

 

Volviendo al tema de mis años en el Cedros recuerdo dos anécdotas con especial cariño: Una de ellas fue el día del niño en que ese día hubo una batalla campal con pistolas de agua en la Primaria en donde varios de nosotros terminamos empapados. La otra fue que diseñé un examen de moral con dibujos de comics en donde aparecía Bart Simpson haciendo los pasos para hacer una buena confesión; en otra parece Bugs Buuny junto con Pedro Picapiedra resolviendo algunos reactivos de opción múltiple. Este test causó revuelo en cierto directivo diciéndome que era irreverente pero a los chicos y varios padres de familia les pareció fabulosa la idea.

 

Al concluir el año escolar en Cedros, sin pedirme mi parecer, me enviaron a trabajar en la tarde de nuevo al Bachillerato de Copilco. No es que me desagradara trabajar ahí sino que por ser agregado te envíen donde ellos consideran “es el lugar en donde convienes estar”. Empecé el ciclo escolar como profesor titular e impartiendo la clase de religión en 4º año de bachillerato técnico. Aquí tuve una experiencia desagradable que con los años posteriores hicieron cambiar el rumbo de mi vida, sin embargo, fue el parteaguas para recorrer el camino de mi salida en el Opus.

 

Lo que sucedió es que me dejé involucrar por una problemática fantasiosa de un alumno mío (se decía perseguido político y que le ayudara a salir del país. Me decía que había un complot para desestabilizar al país y que él sabía la verdad) a lo que me llevó a abandonar mi trabajo una tarde y esto fue causa de que me expulsaran de mi trabajo. A lo que voy es que era tal mi inocencia o falta de maldad o mi depresión que me creí todo lo que me dijo. Lo acompañé hasta Veracruz solicitando asilo político en las embajadas de España y de Cuba. Lo curioso del asunto es que yo no pagué ningún quinto en hospedaje y comidas y solamente perdí un reloj de cierto valor sentimental como pago a un trailero que nos llevó de Perote al Puerto de Veracruz.

 

Fueron dos días lo que nos ausentamos y al ver que no se cumplía su cometido regresamos a la ciudad de México. Al tocar la ciudad me di cuenta de la tontería que estaba haciendo. En un momento de descuido me escapé de su presencia y me fui a refugiar a mi casa. Platiqué del asunto con mis directores y la solución fue que me botarán de Copilco. Hasta la fecha no me explico cómo pasaron las cosas. En ningún momento recuerdo si hubo alguna insinuación de carácter sexual por parte de él o cual era el propósito de involucrarme en dicha situación fantasiosa. Me es difícil transcribirlo en estas líneas pero al hacerlo me queda claro de que actué de buena fe por ayudar a este chico y que resultó ser una farsa todo el hecho.

 

A partir de este hecho ya no volví a trabajar en ninguna labor corporativa o personal. Eran tiempos de la crisis financiera de a mediados de los 90´s (El famoso “error de Diciembre” en donde el dólar pasó de $3.30 a más de $7) por lo que tuve que buscar trabajo en otras actividades ajenas a lo que venía haciendo. Durante años fui persona “non grata” en Cedros. Pasando los años me enteré que se difundió la historia de que me habían despedido por haber tenido una “aventurilla” con un alumno de Copilco. ¡Como se inventan los chismes!

 

Con respecto a esta última frase me enteré que dejó el Opus Dei un numerario con más de 40 años de pertenencia. Lo conozco personalmente y es una persona con una gran integridad, fue un gran apoyo en la labor de los agds [agregados] en Copilco y habrá tenido sus motivos para dejar la Prelatura. A lo que voy es que dentro del Opus circula la versión de su salida como persona traidora y desleal cuando en su momento lo ensalzaban como ejemplo de profesionista en medio del mundo. Estos son los héroes que el Opus Dei fabrica, explota y desecha cuando ya no les son útiles.

 

Para cualquier comentario: israel.zepeda.mx@gmail.com

 

 

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