Libres de pecado.- Naranjas
Fecha Wednesday, 15 July 2009
Tema 010. Testimonios


Respuesta a: Una pregunta sobre la confesión.- zephiros
 
 
La verdad que lo que dice zephiros es cierto. Salimos del opus y no sabemos confesar. Ni otras muchas cosas. Empezando porque el saludo es otro, el confesonario a veces voló, y no hay formularios cerca con exámenes de conciencia ni oraciones en latin... Hay quien se siente de pronto que no sabe de que va, o sea, algo incómodo, por lo menos, falta la infraestructura, caemos al vacío.

Pero eso es lo de menos, puro andamiaje. Lo dificil ahora es encontrar pecados para confesarnos. Porque despues de años confesándonos de cosas que no son pecado y haciendo la vista gorda a las que realmente lo son, estamos deformados.

Siempre habrá también aquellos que nunca hayan cometido un pecado en su paso por la obra, digo un pecado de esos bien pesados, que claman penitencia, porque es que no teníamos tiempo ni de pecar, el aprovechamiento del tiempo y la falta de ocasión era tal que ya pecar en serio se ponía dificil. Lo cual nos ha evitado la familiaridad con el pecado, con los que cometíamos, porque no sabíamos que los cometíamos, y pasaban desapercibios, y con los que no cometíamos por falta de tiempo.

Es una pena ya que la cercanía con el pecado, que queramos o no la tenemos por nuestra condicion humana, es muy beneficiosa ya que nos enseña valores como la humildad, la comprensión y cosas así. Pero si hay pecados que ni siquiera sabemos que lo son y otros que creemos que lo son pero no lo son... pues eso.

Yo recuerdo que un dia le dije a un cura, de fuera, que en esos años no habia tenido tiempo de pecar y de haberlo hecho, habia sido sin querer y sin darme cuenta de que pecaba, no por decision ni por santidad, sino por falta de tiempo para ponerme a pensar.

Por supuesto que he pecado, es broma, el tema es que vivíamos centrados en unos pecados tan lejanos de lo real que no teniamos tiempo ni espacio para descubrir tantas otras cosas que nos pasaban, y ahora nos cuesta escarbar en lo que realmente es importante.

A mi no me costó volver a confesar porque cinco o seis años antes de salir de la obra ya me habia confesado muchas veces fuera, no por lavar los trapos sucios fuera de casa, eso es una tonteria, y quien lo hace sigue dentro, "lavando ropa limpia", sino porque siempre me interesó buscar otras cosas, probar otros caminos, descubrir las riquezas de la iglesia, que tiene muchas. Yo salia, tomaba aire, confesaba y hablaba con otros curas, leia a Nietzche o a Anthony de Mello cuando me apetecia, hacia la oración con el libro de las horas cuando me pareció que Camino se quedó obsoleto en el tiempo...y luego , logicamente, me fui... o me fueron. Pero ya tenia un trayecto hecho.

Entiendo que es muy dificil confesar fuera despues de tantos años de confesar dentro. Mi unico consejo es buscar un cura amable, formado o no, da igual, pero si comprensivo, con esas entendederas que surgen del corazon y no de los masters, y contarle todo, las confesiones salen solas, unas charlitas amistosas primero, sin exámenes de conciencia ni formulas ni nada de eso, como para probar la naturalidad que tan poco hemos desgustado.

Yo al menos en esas confesiones de fuera gané mucho, y ademas logré eliminar dos cosas:

1- el dolor de rodillas
2- la paranoia de sentirte hablando sola en la oscuridad

En fin que en la iglesia corre mucho aire, frio,caliente, brisas o galernas, según la estación, y eso hay que disfrutarlo.

A mi al menos los lugares cerrados, por dentro o por fuera, me dan claustrofobia. Pero cuando te acostumbras y sales al aire libre, a los lugares abiertos..... hay que soportar un poco de agarofobia... hasta que se nos pasan las fobias, que todo llega.

Naranjas









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