El fin de semana me la pasé leyendo el último escrito de Castalio ("Cómo fabricábamos numerarios en México"), y la verdad pensé que causaría un gran revuelo, ya que describe puntualmente algo que fue la causa de muchos sufrimientos, la de aquel trágico experimento de la construcción y luego el derrumbe de la provia vida espiritual que ofrecía el opus dei a quienes nos embaucaba.

El lunes, Compaq agradece a Castalio por sus escritos, y hay otro comentario donde se menciona a Castalio pero no lo pude leer.

Siguiendo a Compaq, agradezco a Castalio por sus escritos, por lo que implica el escribirlos, por la fuerza que se necesita para hacerlo, por el desafío que conlleva, pero sobre todo, por la liberación que me otorgaron al relatar aquellas mecánicas tan ciegas.

Gracias.

Paiquito