Estimado picopaco

Si después de lo que lees sólo sabes escribir un puñado de párrafos sin sentido es que sí, sabes que tu hermana se ha ido a donde no debería y no has tenido narices de decírselo.

Se va de numeraria y tiene el 90% de posibilidades de volver a su casa destrozada y lista para pasar los tragos más amargos de su vida. El 10% restante es que la empastillen y se hagan cargo de ella si vosotros, su familia, no la queréis volver a ver.

Mucho cuidado, picopaco, espera pacientemente, busca un trabajo estable y rentable que dentro de pocos años serás de lo poco que le quede a tu hermana donde agarrarse.

Sobre los testimonios que has podido leer en esta página te aseguro que se repiten con tanta exactitud en los gestos, las formas y en las palabras, que es la misma cosa la que hace el mal y no somos una panda de descerebrados que no tienen nada mejor que hacer. Ojala fuera todo tan sencillo. De hecho, si recorres Internet, te econtrarás con millones de personas que pierden su tiempo en causas como esta.

Lo siento picopaco si piensas que NO podemos perseguir otras sectas. Si escribimos en esta web es porque a las otras sectas sí que se las persigue sin problema en los tribunales. Tenemos la mala suerte de que esta secta que nos ocupa ha recogido como normas de vida de piedad parte de las que son tradición en la Iglesia. Algunas son completamente desfasadas, cierto, pero otras pertenecen al corazón mismo de la más elemental piedad católica. Y ese es el problema picopaco. Cuando tu hermana llegue a poder hablar contigo, dentro de unos años, te dirá que ha entrado en una docena de clubs a cuidar de un puñado de viejas empastilladas y unas pocas madres jóvenes. Que no hay más. La cosa es de las fundaciones más jovenes de la Iglesia y tiene la crisis de vocaciones que tienen las centenarias. ¿Por qué será?

Lo que si te digo, sin temor a nada, que a tí y unos cuantos con los que me he cruzado en la cosa, no sólo os mandaba a donde nos mandas tú. Un poco más lejos me parecería mejor.

A otros, sin duda, como gentuza de la peor estirpe, les partiría la cara. No hay nada peor que un ciego fanatico, taliban de cualquier causa, medio cura o medio seglar, metido a dirigir a otros y que da igual estrellarlos contra labores sin sentido que a abrir no sé sabe que labores en no sé sabe dónde.

A unos pocos pido a Dios que se atrevan de una vez a cruzar la calle hasta su parroquia y vuelquen en los buenos sacerdotes sus penas. Son almas doradas encarceladas entre negros barrotes, negro color sotana.

Y por citar algo que está de moda. La última enciclica del Papa habla de la Verdad y no hay Caridad si no se nace de la Verdad. ¿Cuándo le dirás la Verdad a tu hermana? Esa es la cuestión. Pilatos también dejo hacer.

Coplasuelta