El arte de impedir que nos ocupemos de lo que nos interesa.- Ana Azanza
Fecha Monday, 06 July 2009
Tema 070. Costumbres y Praxis


estimados orejas:
 
sigo leyendo mensajes que me dan que pensar.
 
Carmen Charo, si alguien te ha hecho la "corrección fraterna" de que eres muy impulsiva o algo del estilo y de que piensa antes de hablar, permíteme: es un mentiroso. No es cierto. Tus intervenciones demuestran una persona que no sólo piensa también que siente, demuestras compasión con la gente y rápida. Pienso que tienes capacidad para detectar el sufrimiento y ponerte en el lugar del otro. Aquí se trata de callarnos la boca, y como no lo van a decir así: "cállate la boca" lo dicen poniendo por delante que si la impulsividad, que si la educación.... y un cuerno. Ellos no serán impulsivos: son crueles que es bastante peor. Y utilizan toda su inteligencia para dar a la gente donde más le duele, cómo y en el momento que más le duele.
 
Totalmente de acuerdo con lo que dice Asunta sobre que de ciertas prédicas estamos más que sobrados.
 
Quería decir que la moral no son los libros de moral. La moral de una sociedad o colectivo es la moral vivida que diría el filósofo español J.L. López Aranguren. Yo recomiendo un sano ejercicio que seguramente la mayoría de nosotros podemos hacer: observad el comportamiento de las familas opusianas ricachonas que hay en muchas ciudadades españolas, ¿créeis de verdad que los hijos de los ricos supernumerarios se rompen la cabeza para saber si deben hacer qué con quién antes de qué?
 
En esta página hay testimonios de que hay supernumerarios y numerarios a los que se les permite divertirse con las mujeres que quieren. Se hace la vista gorda o bien porque son bulldozers proselitistas o bien porque son gente que aporta una buena pasta. El dinero lo compra todo y si se da dinero, como hay que dar a la obra de Dios, en grandes cantidades, se acaban los problemas de conciencia. Es que la gran cosa del opus, el calvinismo del que se habla, y que yo he visto, es que te convencen de que dándoles dinero te vas comprando un pisito en el más allá. Y esta técnica en la que no se insiste lo suficiente ¡¡¡funciona!!!
 
Eso de "peco pero me confieso" pienso que es una deformación de la religión católica. Muy opusiana deformación. Es una deformación del significado de reconciliación con Dios y con los hermanos en la fe que tiene uno de los siete sacramentos de la iglesia. Es una visión juridicista y legalista de la religión que repugna a la verdadera espiritualidad. Como si el catecismo fuera una especie de código penal. Pagas la multa y se han terminado tus problemas. Vuelvo a lo de antes: la moral es la moral que se vive, no la moral que se predica.
 
Y la moral que se vive en opus con tanto disimulo, tanto predicar una cosa y hacer la contraria, no es precisamente la recomendación más sana.
 
¿Dónde se predica la sinceridad a diestro y siniestro, pegue o no pegue? ¿Dónde se engaña a la gente a base de bien cargándole la conciencia con las exigencias falsas de una falsa vocación? ¿dónde se promete nada menos que el cielo a quien cumpla normas y rezos que lo único que consiguen es quitarte de pensar en lo que de verdad te interesa como ser humano?
 
Decía Paul Valéry que "el fascismo es el arte de impedir que la gente se ocupe de lo que le interesa". No creo que Valéry conociera el opus, pero lo clavó con esta frase. Porque con tanta disquisición sobre pecados de pureza, caídas, masturbaciones, y "me tengo que confesar y otra vez he caído", se le va la vida y la juventud a mucha gente opusiana. Son obsesiones con el sexo que tienen esa meta manipuladora. Te quitan las energías y el tiempo que se deben de emplear en decisiones y luchas mucho más decisivas para la persona. Me apena comprobar que aún habiendo dejado la numerariez en muchos casos no se ha dejado la obsesión.
 
También quería decir que la expresión "trato con Dios" me parece inapropiada. Tratan los tratantes, los comerciantes, los que venden y compran, pero la relación con el ser que ha creado el mundo no puede ser un trato. Y el fundador hablaba de los seres celestiales como si verdaderamente tuviera una relación comercial con ellos. ¿Cómo era aquello de "si me sacas de ésta te nombro intercesor"? He olvidado a qué santo se refiere, pero da idea de que se creía con derecho a repartir prebendas también a la gente que está en el más allá... Sinceramente, no me parece que si uno cree en la virgen, san José, el Niño Jesús, los ángeles o simplemente las personas que pensamos que ya están en el cielo podamos "traficar" nada con ellos. Es otra historia.
 
Ana Azanza







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