Por estar de vacaciones, me he perdido el debate que generó el escrito de María ML quien con absoluta confianza, vino a consultar algo que necesitaba aclarar. Ella acudió acá a pedir consejos, puntos de vista, opiniones, que la ayudaran a clarificar. Pero en lugar de eso, en la mayoría de respuestas recibió encendidos argumentos dogmáticos y carentes de toda humanidad.
Algunas excepciones en cuanto a las respuestas que realmente me parecen le pueden ser útiles, pero un buen número me hizo sentirme en el ambiente de los “Iluminati”, de la película Ángeles y Demonios. Y lo digo así de claro, porque muchas veces se ve en esta página que importa más el cumplimiento de un canon del Código de Derecho Canónico, el cual solo los iniciados conocen, que la comprensión, la solidaridad, el cariño y el afecto hacia aquel o aquella que necesita de esas manifestaciones de humanidad.
Pero quien se lleva las palmas sin lugar a dudas es Daniel M. Como siempre, este defensor de la fe, saca su espada toledana para luchar contra el infiel. Para defender la moral “cristiana” o más bien, lo que él entiende por cristiana. No me identifico para nada con su cristianismo, se lo he hecho saber en otras ocasiones con más comedimiento y educación, pero ahora se lo digo tajante: su “cristianismo” es eso: suyo, pero no se acerca pero ni un gramito al mensaje de Nuestro Señor Jesucristo.
A veces, bueno, muchas veces, achacamos al opus su intransigencia, su falta de caridad, su falta de comprensión, pensando que al salirnos de la obra, automáticamente hemos dejado de ser lo que señalamos a los del opus que son. Pero nosotros seguimos arrostrando la misma actitud de regir la moral según nuestra forma de ser, de entender el mundo, de interpretar el mensaje de Salvación. Ya que Daniel M citó el Génesis, le recuerdo lo que le dijo la culebra, serpiente, etc., a Eva cuando la tentó para comerse la manzana “seréis como dioses, conocedores del bien y del mal”.
Y mira tú por donde que acá he visto el cumplimiento de ese mensaje bíblico. Cuántos pontífices aparecen acá, cuanta erudición en derecho canónico, cuanta sabiduría, pero una carencia total de caridad. Siempre he pensado y cuando leo escritos como los de Daniel M y otros en la misma línea me lo confirma, que el que siendo director o directora le hizo imposible la vida a los demás, con sus criterios, sus dogmatismos, su mentalidad cuadrada y cerrada, lo sigue haciendo igual estando fuera del opus.
Me indignan escritos como los de Daniel M. Pero lo que más lamento es el daño que se les hace a las personas que han acudido acá, con absoluta confianza, a comentar sus dudas sobre temas sexuales o experiencias en ese sentido, y en lugar de encontrar caridad, encuentran a un Sanedrín enardecido, que se rasgan las vestiduras y desde la cumbre de su santidad, pontifican y determinan quien entra al cielo y quien no.
Basta de tanto fariseísmo, basta de tanta ñoñería, basta de darles tanto espacio a los adoradores del dios tiquismiquis.
Sinceramente, esto que se lee acá decepciona!
Mi solidaridad para contigo María ML. Sé feliz, busca otros lugares para pedir consejo, acude a personas que tienen los pies bien puestos en la tierra, personas que han vivido en el mundo real, que saben lo que realmente es la vida. Pon tierra de por medio de los que están más preocupados en el punto 1, inciso a., sub inciso a.i.2 del canon X, olvidando que lo más importante en esta vida es la caridad, que es precisamente de lo único que se nos juzgará por Aquel que es QUIEN si puede juzgar nuestras almas, porque nos conoce perfectamente.
Yo haré lo mismo, pondré tierra de por medio, me distanciaré de esta página un buen tiempo, esto por salud mental, por no volver a sentir la claustrofobia del opus encarnada en los ex opus que vienen a escribir a esta web cosas en el mismo tono de Daniel M.
Ángel Valdés Estrada
avaldese@gmail.com
