Cómo que no existen??? (Foto por Atomito)

Cuando yo pertenecía al opus, el tipo de cosas que me hacian sentir culpable eran estupideces como:

-         tener pensamientos “impuros”

-         llegar tarde a misa

-         haber comulgado sin hacer los 60 minutos de ayuno

-         distraerme en las oraciones vocales

-         no haber cumplido con los encargos que el opus me daba

Luego que me desprogramé el cerebro de las tonterías que la iglesia y el opus me metieron en la cabeza, me siento culpable de:

-         haber usado a mis amigos. En vez de ofrecerles una sincera y desinteresada amistad, me interesaba llevarlos por el opus para hacer puntos con mis directores. En la charla con mi director, contaba cosas de ellos, que si hubieran sabido que lo hacía, no me hubieran dirigido más la palabra.

-         no haber correspondido al amor de mi familia. En lugar de ocuparme de ellos como debía, me dedicaba a las cosas del opus, que me parecían mucho mas importantes, y a mi familia le dedicaba poco tiempo

-         haber sido soberbio, creyéndome superior a los demás, por tener la verdad absoluta y una vocación divina

-         haber juzgado a los demás injustamente, considerándolos pecadores y hasta  despreciables, por no vivir la “pureza” que el opus predica, por tener ideas de izquierda, etc.

El caso de Maria_ML es  bastante paradigmático. Se siente todavía culpable de cosas que miradas con sentido común no pueden ofender a Dios ni a nadie. Y, por otra parte, seguro que tiene pecados reales como los míos, por los cuales no le remuerde la conciencia lo más mínimo. Y no está sola ni mucho menos, varios de los que han respondido a su escrito, también piensan que tener relaciones sexuales fuera del matrimonio católico ofende a Dios.

La razón por la cual somos capaces de tal absurdo (culparnos por lo que no está mal y no sentir remordimiento por lo que sí lo está) es la misma por la cual los alemanes cometieron las atrocidades de la 2da guerra, sin darse cuenta de lo demencial de sus actos. Cuando uno esta rodeado de gente que aprueba ciertas conductas (usar a los amigos, no ocuparse de los padres, matar a los judíos, etc.) y desaprueba otras (hacer el amor sin estar casado, respetar a las minorías, etc.) a uno se le puede ir deformando la conciencia. Además el tipo de mentalidad que inculcan tanto el opus como en su momento los nazis, es el de no cuestionar a los líderes, la obediencia ciega, identificar a los líderes con la voluntad divina, y los que no tienen la valentía y la inteligencia de cuestionar a los líderes, simplemente absorven lo que les inculcan.

Hace tiempo que vengo sosteniendo en OpusLibros que el lavado de cerebro con el que salimos del opus, y del cual debemos desprogramarnos, incluye cosas que las predica no solo el opus, sino también la iglesia. Hay lectores de opuslibros que piensan que el opus es malo, pero la iglesia es buena. No se dan cuenta que lo que hace malo al opus (en esencia el dogmatismo que niega la razón, el creerse dueños de un mensaje especial divino, y  que lo que dicen sus autoridades es la voluntad de Dios), también lo tiene la iglesia. Denunciar las iniquidades del opus y tener a la iglesia por santa y divina, es como decir que Papá Noel no existe, pero los Reyes Magos sí.

Pensar que una misma acción puede ser santa o condenarnos al infierno, dependiendo de sí un sacerdote pronunció las palabras mágicas “yo os declaro marido y mujer”, es como creer que si el brujo de la tribu no nos libera de un maleficio que nos hizo un enemigo, nos ocurrirá una desgracia.

Lo más increible es que la iglesia y el opus tienen a Jesucristo como el gran maestro del cual deriva todo lo demás, pero en realidad predican cosas totalmente contrarias al espíritu de Jesucristo. El tipo de cosas que merecieron la ira y reprobación de Jesús fue la hipocresía de los fariseos, que colaban un mosquito y se tragaban un camello. Y mientras San Escriva nos enseñaba que en temas de sexo "no hay materia leve", a la mujer adúltera Jesus le dijo “yo tampoco te condeno”. Esa mentalidad formulista de los fariseos de cumplir normas y olvidarse de la verdadera caridad, es exactamente lo que hace y predica Escrivá, con su famoso plan de vida, que si lo cumplimos, nos asegura el cielo. Jesucristo dijo que las prostitutas entrarían al cielo antes que los fariseos, de modo que si San Escrivá entró al cielo por la puerta grande, como atestigua la santa madre  iglesia, qué católico se puede sentir condenado al infierno por tener relaciones sexuales fuera del matrimonio?

Un saludo a todos

atomito