Querida María_ML,

leer tu intervención me provocó el deseo de contestarte con muchos detalles, pero no tengo tiempo suficiente, así que lo voy a hacer muy rapido, pero si quieres puedes escibirme al correo que puede proporcionarte Agustina.

No me pareció raro lo que cuentas de tu experiencia. El titulo de mi testimonio inicial en Opuslibros, “Ricostruzione”, aunque con el tiempo se haya vuelto una forma familiar para indicar en esta pagina el proceso de recostrucción de nuestra personalidad después del paso por el opus, tiene origen precisamente en la necesidad que experimenté después de mi salida de “reconstruir” fechas, acontecmientos, situaciones que no lograba conectar correctamente.

Recuerdo haber tenido necesidad de consultar mis agendas, que por suerte habìa guardado, para “reconstruir” episodios y fases de mi depresión, del viaje a la clinica universitaria de Pamplona, de la vuelta a Italia, de la dispensa de vida de familia, etc. Y conozco personalmente otras situaciones particulares igualmente o más fuertemente caracterizadas por esta forma de olvido que creo yo depende de la fuerza del estrés que experimentamos en nuestro proceso de salida. A lo mejor alguien podrá objetar que no corresponde a cuadros clinicos conocidos, pero no olvidamos que las teorias sirven para describir y manejar la realidad, no para encorsetarla, y si ya unas cuantas personas experimentamos, con niveles distintos de gravedad, este sintoma, a lo mejor habrá que revisar las teorias, pero por cierto existe en muchas experiencias dentro del opus un nivel –y un estilo- de sufrimiento que provoca esta desconexión de neuronas que al cabo y al final es esta amnesia que experimentamos.

No estoy de acuerdo con los consejos de dejar en el olvido estas experiencias. “En el olvido” quiere decir no que son eliminadas, sino que siguen actualizando a nivel inconsciente (como atestiguan las pesadillas), y no podemos manejar nuestro inconsciente. Sólo se puede aceptar, perdonar, integrar experiencias,... en el estado de consciencia, asumiendolas conscientemente, y después de esto -y gracias a esto!- proceso de aceptación e integración, encontrar la paz y la serenidad. Por esta razón, mi consejo es que, dejado pasar un tiempo de descanso y de fortificación mental, vuelvas a tu pasado para entenderlo, desarmarlo, y al final, aceptarlo y amarlo. Pues, aunque nadie puede esconderse detrás de esta razón “providencial” y el mal sigue siendo negativo, cada uno de nosotros sí que puede, a nivel exclusivamente personal, asumir su pasado, aceptar la lección que trae consigo, e integrarlo positivamente en su presente y en su futuro.

Por lo que se refiere a las pesadillas: no pude averiguarlo antes, pero creo que si buscas en la web poniendo este termino, te encontraràs con mucha literatura, pués hubo una epoca en la que entre todos discutimos difundidamente acerca de este tema.

Y enfin, por lo que se refiere a la moral sexual, solo quiero recordarte que en sus tiempos Jesús pasó por ser alguien que escandalizaba a los bienpensantes y ortodoxos que siempre tenían un manual de salvación para cualquier circustancia. El mejor consejo que puedo darte es leeer y meditar la parabola de los talentos, y la invitación que hace Jesus de arriesgar para aprovechar los talentos. La capacidad de vivir una vida autenticamente moral es un talento que nos ha sido otorgado. La fe no tiene nada que ver con formulas que garantizan que nos iremos al Cielo cuando moriremos. La fe es apostar, como lo hizo Abraham; la fe es arriesgarse por caminos no conocidos por llegar a descubrir si allí se encuentra la voluntad de Dios para nosotros. Tus problemas de moral sexual no tiene por objeto querer disfrutar a cualquier costa para pasartelo bien, sino encontrar una forma autenticamente humana para entregar y aceptar amor.

Sigue tu camino de crecimiento humano y sobrenatural aceptando poderte equivocar: Dios no está en espera de tus errores para machacarte, a lo mejor sí para que aprendas de ellos, y para que recuperes aquel recorrido de madurez que la obra te robó junto a tu adolescencia. Es posible que aciertes mucho más de lo que otros puedan imaginarse, al mismo modo que es posible que te equivoques y que te hagas daño a tí misma, pero que aprendas de esta experiencia. En todo caso, el corazón de Dios es especialmente misericordioso con esta especie de pecados, no te dejes asustar. Y piensa siempre que no poseemos la Verdad, es la Verdad que nos posee, nos empapa y nos enchupa, y nos puede llegar por cualquier lado que no esperamos. Con tal que seamos honrados e intentamos guardarnos leales con Dios y con nosotros mismos. Pero tendrás que aprender a andar sin la muletas con las que nos mentalizaron dentro del opus, y esto puede costar mucho, al comienzo.

Te deseo mucha suerte, Elena (Aquilina)