Querida Gus (para publicar si te parece):

 

a mi me sucedió lo mismo que escribió María_ML  en el último correo de opuslibros. Tengo una laguna entre los 18 y 27 años, sabes que yo pité con 15 años. Fueron años de sufrimiento porque por una parte yo estaba segura de mi vocación como lo sigo estando actualmente y por otra parte no entendía en mi inmadurez por qué sentía un maltrato hacia mi persona. El organismo humano tiene sus defensas, he leído que muchas veces se producen estas "lagunas mentales" cuando no es beneficioso recordar hechos dolorosos guardados en el subconciente.

Esto nos pasa al común de las personas depende del grado de sensibilidad, por eso el Padre (san Josemaría) siempre dijo que cada alma es una joya, que hay que tratarla una a una, trabajarla como una verdadera joya. Pero, del dicho al hecho.... pasa lo de siempre, que el espíritu está esculpìdo pero las personas somos incapaces de llevarlo a cabo en su pura esencia, siempre hay deformaciones y se termina haciendo y viviendo lo contrario. Lo afirmo porque lo he vivido en carne propia.

 

Quisiera decirle a María_ML que después, con la madurez que dan los años, se puede hacer frente a esos hechos con serenidad cuando se tiene una explicación clara y suscinta de por qué paso, cómo pasó, qué dió origen a tales actuaciones y por último se olvida y se vive con una tranquilidad asombrosa. Claro, que todo este proceso va acompañado de un crecimiento en vida interior, trato con Dios... es todo un proceso en el que Dios está muy, muy presente.

 

Espero que mi vivencia ayude a otros que puedan estar pasando por lo mismo que yo he pasado.

 

Gus te mando un abrazo

Calandria