Sintiendo con mis sentidos (I).- Books
Fecha Wednesday, 17 June 2009
Tema 030. Adolescentes y jóvenes


Cuando el horizonte se divisa oscuro, cuando una situación parece imporsible de afrontar, se suele decir "ésto lo veo muy negro". Es una forma algo abstracta de expresar un sentimiento en el que se constuye una frase, sin usar, con el sentido de la vista.

Cuando salí de allí, empecé a ejercitarme, a hacer uso del sentido común, de los demás sentidos, de otra manera, de un modo tan real que casi era capaz de guardarlos en los bolsillos...



Al pensar en ello se me ocurrió preguntarme si a lo largo de tantos años me olvidé del sentido común. Descubrí que era dificil darme una respuesta, ya que si durante tanto tiempo yo no fui yo, sino que fui otra ¿se podría decir que en una situación tan irreal actuaba alguna vez con sentido común? Y decidí que no era posible, ya que yo "funcionaba" concectada a una máquina de gran engranaje. Esto no es algo que digo yo, creo que lo decía sanjosemaria, que "éramos como tornillos o piezas de una gran maquinaria" "si alguna pieza se sale de su sitio, todo se resiente".

Pero haciendo un esfuerzo y queriendo recordar algo positivo, me di cuenta de que en mi trabajo (la administración) sí utilicé muchas veces el sentido común, "mi sentido común". Y era así porque de alguna manera se trataba de mi espacio y gozaba de cierta autonomía,  era yo la que dirigía, la que ponía y quitaba, la que pensaba y organizaba. Y en situaciones verdaderamente complicadas era capaz de encontrar una salida, haciendo mucho caso a mi sentido común. Nadie me echaba un cable, ahí sí que estaba yo sola para comerme todos los marrones, que la mayoría de las veces no provocaba yo.

Fuera de estos límites la cosa cambiaba. En "mi casa" ya todo era impuesto: horarios, encargos apostólicos y materiales, salidas, entradas y papelitos amarillos. Ya todo era obedecer. Y como no conseguías nada si no estabas conforme, llegaba un momento en que lo dejabas pasar y te convertías en un sujeto totalmente pasivo.

Todos mis sentidos sentían distinto. Porque yo no miraba con mis ojos, ni escuchaba con mis oidos, ni hablaba con mi boca. Todo era algo así como alquilado, todo provenía de la misma casa de alquiler.

Cuando me fui, y recuperé mi vida, me deshice de todo lo prestado y recuperé mis sentidos que habían estado una muy larga temporada en letargo. Y lo maravilloso es que lo conseguí en un abrir y cerrar de ojos y no hablo en sentido metafórico.

Me di cuenta de que mi mirada era mía, porque veía y miraba con mis ojos, claros y sinceros. Esa especie de humo o de cortina que me separaba de los demás desapareció. Y ví un cielo distinto. Y el campo era distinto, y qué decir del mar. Y empecé a ver personas y dejé de ver seres extraños. Antes la gente estaba muy lejos. Una especie de muro me separaba de los demás. Y ahora esa gente estaba a mi lado, los tenía muy cerca y antes aunque me rozara con ella, estaba muy lejos.

Cuando veo una película o leo un libro ¡qué maravilla!, es que disfruto de verdad. Y no porque no haya censuras, es porque mis ojos ven las cosas de otro modo, de un modo real. Porque veo y miro con mis ojos.

Books.

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