A Maries, Marga3, Armando, Julia, Tolosa, Ruta, Celeste... a todos los que me habéis acompañado de una manera u otra, a Agustina especialmente, gracias de todo corazón.

He pasado horas leyendo y releyendo vuestros mensajes. Vuestra vida, la mía, está en nuestras palabras, nuestro dolor nos ha unido. Nuestro dolor es real porque sale de nosotros mismos y lo vemos y lo experimentamos en los demás. Esta es la verdadera fuerza del Amor. Os digo que "dentro" nunca había vivido nada así. No creo exagerar si pienso que vosotros tampoco. Hemos tenido que irnos para descubrir lo que significa amar de verdad... He llorado mucho leyéndoos, pero de gratitud y la esperanza ha ido tomando cuerpo dentro de mí. No os conozco, pero estáis más cerca que si os pudiese ver y tocar.

Cada una de vuestras palabras tiene la fuerza, la esperanza para echar a andar. Ahora empiezo a compartir esa fuerza y esa esperanza, vosotros me la habéis dado.  De nuevo, ¡Gracias de todo corazón!

Un abrazo muy, muy fuerte.

Alameda