Querido Coco:

Agradezco el tono conciliador con que me escribes, aún cuando me has dicho “ciega” J cuando no lo estoy. Fíjate que sí he reflexionado en lo que dices, y ya en el primer párrafo cuando dices que un gran número de personas sin otros lazos que internet relaten sistemáticamente las mismas actitudes, formas, frases, etc..., (la negrita es mía) sistemáticamente, tú lo dices, deduzco que quieres decir que siguen el sistema Opuslibros sea tal o cual su propia situación o conocimientos. Es muy fácil seguir la corriente una vez empezada.

Sigo, no hablamos de errores sino de unas enseñanzas mal aprendidas o mal explicadas. Es exacto a lo que yo pienso, en el espíritu de la Obra no hay errores porque la Obra es un invento de Dios que no se puede equivocar, ni engañarse ni engañarnos, son las personas quienes nos hemos equivocado al aplicarlo.

Más aún: Es cierto que dentro del Opus Dei hay personas buenas que se equivocan y otras que obrando de buena fe, aunque no sean buenas, también lo hacen.

Quiere decir que dentro de la Obra hay personas buenas y malas, indefectiblemente, unas y otras siempre nos equivocamos. Puede ser, pero ¿siempre? nunca damos en el clavo? Nunca por nunca?

También: Mira tu no puedes decirle a nadie (ni con buena ni con mala fe) que después de la Obra está la oscuridad, la condenación, el fuego eterno.

He de decirte que personalmente y mucha gente más que conozco jamás hemos sentenciado de esa manera. Y yo y esas otras personas que te menciono, cada una de nosotras somos Opus Dei, o sea que somos Institución, por lo tanto al “institucionalizar” los errores o las malas entendederas o explicaderas siento que me lo atribuyen a mí cuando no es así. El error de Opuslibros precisamente está en que muchas veces generalizan en un 100%  lo que sucede en un 3% o 5% como máximo.

Que sepas, Coco, que se respeta aún cuando haya malas formas y sobre todo se disculpan.

Si lees bien Opuslibros, verás que en varias oportunidades, muchas, dicen que la Obra es perversa. Te invito a dar un paseíto para comprobarlo. No me lo he sacado de la manga.

Y en cuanto al propósito de enmienda, vuelvo a lo mismo. No tengo por qué decir cómo me confieso, ni cuales son mis propósitos. Lo que sí te digo es que cuando peco, pido perdón a Dios y trato de no volver a caer en lo que me he confesado, en otras palabras, hago lo que enseña el Catecismo de la Iglesia Católica. Y así como yo hay muchas más personas que pertenecen a la Obra que hacen lo mismo. Creo que soy lo bastante clara para que se me entienda.

Gracias por la invitación al “club” sabes, que aún cuando tengo como amiga a Agustina y a alguien más, no creo que alguna vez entre a su “club”, eso es lo que espero.

En cuanto a lo demás que mencionas, descuida, que mi trabajo estoy haciendo, a mi manera, eso sí.

Coco, nuevamente, gracias porque me has dado la oportunidad de aclarar temas dentro de un marco de paz y sosiego, de veras te lo agradezco.

Un abrazo

Calandria