Me fui porque no quería irme.- Alameda.
Fecha Monday, 01 June 2009
Tema 040. Después de marcharse


He pensado mucho antes de decidirme a dejar aquí mis sentimientos. 33 Años de una vida son muchos para acallarlos. Ese come-come: "te estás buscando a tí misma", me impedían hacerlo.

Solo hace dos meses... Vivo un tremendo debate con un sentimiento de culpa, "estoy siendo infiel...", toda una vida "programada" ha saltado por los aires... Un día era una agregada "de libro" y, a la mañana siguiente, ya no estaba.

No falló nada. Sólo empecé a ser consciente de aquello que hacía. No hubo ruidos, ni escándalos, ni llantos. Sólo ver que aquello no podía ser así. Durante muchos años me juzgué insuficiente para ser del Opus Dei. Cuando las cosas me parecían dolorosas, era yo la que era imperfecta. No podía asomarme a los sentimientos de los demás para ver que eran como yo, que sufrían lo mismo, pero no podía decir lo que me dolía porque era "espíritu crítico".

He pensado que tal vez nos ocurre que, a fuerza de no vernos los unos a los otros, de no saber lo que padecemos, de no conocer nuestras limitaciones, vivimos en un mundo exterior, un mundo de apariencias que por dentro está podrido. Como sólo vemos nuestra propia basura y manifestarlo es "espíritu crítico" nos acostumbramos a mentir, hasta que ya no podemos más...

Este año, en el retiro de San José, cuando volvía a oír aquello que me parecía tan genial "fidelidad al Señor en su Obra, ese es nuestro camino" miré al sagrario y le dije "sólo a Tí". Y comenzé a andar... Al mes siguiente, en el curso de retiro lo ví. Salí y ya no volví. Me repugnaba la idea de irme, no quería hacerlo, pero debía hacerlo. Ya no estaba allí.

Todavía me llaman. He cambiado de móvil, de correo electrónico, ya no sé qué más hacer, no contesto al teléfono fijo, les he dicho que no vengan a mi casa, apelando a mi madre anciana... Ellos continúan haciendo aquello que creen que deben hacer. No les culpo. Hace un par de años yo hacía lo mismo, convencida de que estaba obrando el bien. Si intentase explicarles mis motivos para irme, no me creerían. No queda otra salida que ser la mala de la película y sufrir, padecer un dolor hasta el infinito. Ellos no lo verán.

No sé cuánto tiempo durará, pero veros a vosotros, saber que habéis podido, descubrir que os pasa lo mismo ¡y que no pasa nada! me ha ayudado mucho. ¡Gracias por estar aquí!

Un abrazo,

Alameda









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=14715