dbb y el supernumerario que es y no es del OPUS.- Coplasuelta
Fecha Monday, 01 June 2009
Tema 100. Aspectos sociológicos


Leo con atención algunos escritos. Creo que hay dos que dicen mucho sobre lo que entiendo. Se trata del supernumerario con tareas de numerario. Y ese tal dbb, que aparece y desaparece, porque está muy liado, esto es, como todos los demás. Es verdad que hay comentarios infantiles (¿y?) o más o menos interesantes, y sólo hay que pasar dos meses en un centro de la cosa para darse cuenta de lo infantiles, perversos, malintencionados, retorcidos, cínicos e interesados de muchos comentarios y lo poco interesante que es la vida católica predicada...



También me ha llamado la atención estos meses es la posible comparación entre el P. Arrupe y Escriba. No he entendido nunca esa manía de dividir a la Iglesia entre abiertos y conservadores. Vaya simplificación más absurda. La Iglesia, para lo bueno y para lo malo, es más grande que todo eso.

Pero aún más me llama la atención los cientos de reflexiones sobre la posición de la cosa dentro de las vocaciones o llamadas dentro de la Iglesia. Me da la impresión de que vivimos tiempos duros y crueles. Las vocaciones religiosas y contemplativas, salvo algunas excepciones maravillosas, están en crisis y lo tomamos como algo normal en la evolución de la Iglesia tras el Concilio Vaticano II.

Y no lo entiendo así. Es curioso que lo más detestable de la cosa sea precisamente en lo que se aparta de la moral común cristiana. La justificación de cualquier medio por el fin más estúpido y la manipulación grosera de las conciencias en una situación de la Iglesia con mejores testimonios de la vida cristiana las cosas las veríamos de otra manera. Sólo hay que recorrer la Historia de la Iglesia para ver lo que digo.

Considerando todo ello y en la mejor de las intenciones, en el orden de las entregas posibles, los mártires están por encima de cualquier virginidad pero la entrega en cuerpo y alma de la vida a un carisma está por encima de cualquier vocación matrimonial. Eso no hace a nadie peor o mejor, ni más santo ni menos. Y si eso no se ve, son todo chorradas. Los supuestos laicos serán todo lo santos que Dios quiera y como Dios quiera.

Para pervertir el orden de las cosas, se han de retorcer esas vidas laicas, hacerlas extrañas, raras, imposibles de vivir, para ser, formalmente, tan entregado como un jesuita o un monje. Y en ello se mide el despropósito. No sé cómo se le llama, a quien se empecina en el error a pesar de verlo con pruebas y datos. ¿Por qué me tengo que sentir de menos si la Iglesia considera la vida consagrada más excelsa que la matrimonial? La consagración, además, tiene sus límites precisos. Su forma de vida no puede ser para todos, se crean espacios para vivir en comunidad, etc. Ningún carisma ha sido llamado a ser la máxima expresión de la vida cristiana. La cosa tiene la pretensión de ser “cristianos corrientes” cuando no son ni cristianos ni corrientes. Es como si una clarisa de clausura me dice que es “cristiana corriente”. Sin duda que lo es en relación a los privilegios o derechos. Es corriente su vida en el sentido de que no es estrafalaria pero no se le ocurre decir que cualquier cristiano tendría que vivir como ella para serlo de forma acaba y perfecta.

Por eso me parece algo extraño el discutir sobre abusos sexuales. Sólo faltaba que, haciendo lo que hacen, tuvieran que ser culpados por abusos sexuales. Digo que sólo faltaba porque sería el colmo del despropósito. Si se pasan media vida machacando la personalidad de todos, lo que sale de la cosa son seres deformes y descentrados. Sacerdotes secularizados con su novio por Canarias o en Bruselas dando las mejores fiestas gays. No da tiempo a que se den situaciones graves porque o te echan o te empastillan. Y punto. Y eso demuestra el amor a la Iglesia: lo que se estropea al mundo o a las parroquias.

Y por eso no da tiempo a que se den ni abusos sexuales, ni formación humana, ni espiritual, ni nada. Simplemente cientos de criterios extraños y formas de control sectario de libro.  Luego sí que estallan dentro y fuera de la cosa deformaciones y complejos. Ahora bien, repito, los echan o los empastillan.

Lo que nos dice el testimonio del supernumerario metido a numerario es cierto. En la medida en que hay un sistema para descubrir los sacramentos y la vida de piedad, se encuentra uno con Dios pero llega la cosa y lo encasilla en categorías humanas, miserables y ramplonas. Se sigue sintiendo de la cosa porque la cosa es el trato con Dios pero se sale de la cosa porque se deja a Dios en el mismo camino en el que se encontró.

Lo que nos dice dbb es ejemplo. Llegas a ser tan poco hombre, tan poca persona, que te atreves a decir contra otros lo que deberías de decir de los de dentro. Y eso es meridiano. Infantiles, perversos, retorcidos, malintencionados, conspiranoicos, paranoicos, psicópatas y empastillados, cientos de empastillados. Uno entiende hasta qué punto un ser deforme, sin formación y estudios como Stalin o Hitler pueden llegar a hacer y cuantos seguidores pueden llegar a tener para hacer el mal a sabiendas. Uno ve con temor la emergencia de dictadores populacheros. ¿Me voy a extrañar que un tal dbb tenga semejantes ganas de seguir en su engaño? Lo que no hay son esas cosas que tienen los árboles de navidad como adornos.

Coplasuelta







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