Al atardecer de la vida, te examinarán del Amor...

Señor, ¿el Prelado del Opus Dei está ciego?

Me viene a la memoria esa amiga mía religiosa, que tras muchísimos años de profesión se siente ahogada en su comunidad, con la necesidad imperiosa de salir, de llevar otra vida, y lo siente en conciencia y tras mucha oración.

Puede hablarlo con sus superioras, se le escucha, se le comprende, se le ofrece la posibilidad de dejar la vida comunitaria el tiempo que necesite y recapacitar, volver cuando lo crea oportuno, o no volver y seguir contando con el cariño, la ayuda espiritual y material de sus hermanas, y cuando digo ayuda material, hablo de hacerse cargo de su día a día plenamente, dándole de hecho lo necesario para llevar una vida digna y hasta su muerte. El cariño no es menos. Nadie la ha criticado, nadie ha hablado mal de ella diciendo que es una desertora, que está loca, que se ha liado con el butanero, que se cruzó de acera y ahora lleva bigotes...La felicitan por su cumpleaños sin pedir permiso porque no es secreta su dirección. Y siguen con los brazos abiertos de par en par!!

Cuando decidió hablar con sus superioras, en una semana recibió su respuesta sincera, generosa y abierta, sin dilaciones, sin desconfianzas, sin contrapartidas imposibles y torticeras.

Exactamente lo contrario ha pasado y pasa hoy en el Opus Dei. ¿Qué está pasando, Señor? ¿A quién pretenden engañar? ¿Por qué tanto dolor?

Susana M