Sobre abusos sexuales y faltas al celibato.- Armando
Fecha Monday, 11 May 2009
Tema 900. Sin clasificar


Felicito a Isabel el haber sacado nuevamente el tema del abismo al que fue relegado el mismo, porque a mi me sorprendió muchísimo que nadie dijera nada al respecto. Ni siquiera un gesto de solidaridad, de acompañamiento, de aliento a Tolosa. Pero en fin, cada uno tendrá sus razones y tampoco están obligados a opinar o a arropar a todos. No obstante tal actitud me hizo recordar una frase del libro de Orwell Rebelión en la Granja. “Todos somos iguales, pero unos más iguales que otros”.

 

La publicación del último escrito de Isa coincide con el “escándalo” del sacerdote de Miami que fue captado por los paparazzi besándose con una chica. El cura en mención, con mucha popularidad debido a sus programas de televisión, fue suspendido inmediatamente de su ministerio. La respuesta de la Iglesia Católica fue inmediata y sin dejar que él explicara los motivos de su “falta”.

 

No obstante con lo acusados de pederastía, la Iglesia si es madre y los guarda de seguir cayendo en la tentación, enviándolos a monasterios y establecimientos de descanso apartados del mundanal ruido, para hacer penitencia y oración. Luego los envían a otra parroquia donde en la mayoría de los casos, reinciden. Mientras tanto, en el mundo quedan las vidas rotas de las víctimas de los pederastas, silenciados por la sociedad, por su entorno social, por si mismos.

 

Ahora bien, al momento de tener las víctimas la valentía de denunciar estos hechos, la respuesta es: “algo habrá hecho para mover al otro a que le hiciera eso”. Y con tal explicación nos quedamos tan tranquilos, dejando en la más absoluta soledad a la víctima, es decirle que no nos interesa, que es su problema, porque no es precisamente de eso que deseamos hablar. El tupido velo de la indiferencia cubre esta realidad.

 

Lo denunciado por Tolosa es indignante, merece el pronunciamiento unánime de los que cuando escuchamos los casos de los pederastas, también clamamos al cielo porque se aplique la ira divina. Pero no, este tema no genera la solidaridad colectiva que si es evidente en otros aspectos denunciados.

 

En fin, insisto en decirlo, cada uno tendrá sus razones para permanecer en silencio, las que respeto pero no comparto. A la larga, actuamos según los parámetros de la Iglesia Católica en este tema y por lo cual, no nos debe sorprender nada.

 

Ahora que he escrito esto, seguro que la Jerarquía de la Iglesia considerará mi testimonio de lo vivido en el opus como no válido y por tanto, excluido de cualquier consideración como persona humana que ha sido vejado en sus derechos elementales como individuo. Pero total, me da igual, porque a los ojos de Dios, esos "criterios" no tienen validez alguna.

 

Ángel Valdés Estrada

 

P.D. Te reitero mi solidaridad y acompañamiento en el proceso de reconstrucción que has emprendido Tolosa. Que sepas que no estás solo. Un fortísimo abrazo!









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