Vale la pena seguir adelante con tu vida.- M.S.
Fecha Tuesday, 27 April 2004
Tema 040. Después de marcharse


Antes que nada, quiero agradecer a todos ustedes por la ayuda que dan a todo aquel que lo necesita, aunque solo sea para dar un par de palabras de alivio, porque es cierto... después de la experiencia del Opus Dei, muchas veces, esa ayuda es más que necesaria.

Fui numeraria durante poco más de 6 años, de los 18 a los 24 años, y es cierto, imprime carácter y por más que te creas que lo has superado todo... aún a veces se me llenan los ojos de lágrimas recordando mi experiencia o aún tengo pesadillas recordando los pasillos de la residencia.

Afortunadamente también puedo reirme un poco cuando recuerdo anecdotas, sobre todo de mi hermano diciéndome que para el Opus yo solo era mano de obra barata, o diciendome cuando al fin volvi a casa que tenia que reeducarme para que recuperara mi década perdida.

Pero... cuánta razón tenía...

Pero la verdad, aún me duele el corazón pensando en lo injusto que es reclutar adolescentes, como también adoctrinar a cualquiera en que la vocación al Opus Dei tiene algo que ver con Dios.

A la vuelta de más de 10 años, puedo decirles que al que sea feliz en la Obra, enhorabuena, pero a los demás que nos dejen ser felices como mejor nos parezca dentro de nuestras circunstancias personales.

Al que se está pensando irse, quizás le venga bien la anecdota que me dijo un sacerdote (dominico o ni recuerdo bien) al que cometí la osadía de consultar cuando en mis conflictos de conciencia me pensé irme de casa.

Algunos pájaros son felices en su jaula de oro viendo por la estrecha ventana que le permiten, pero otros desean ir y volar y conocer y vivir su vida, y solo a ti te corresponde escoger cuál eres tú, y creeme que Dios es el que te da la respuesta.

A estas alturas del partido no me importa si la Obra es divina o no, lo que si puedo decir es que como está llena de personas humanas, no te extrañe encontrar miles de errores humanos en quienes incluso dirigen los centros, es normal, es natural... Y lo de la trampa de la vocación, nunca mejor dicho, pero ni es cierto ni mucho menos.

De Viktor Frankl si que aprendi que aún en las peores condiciones (leáse campos de concentración o residencias de la Obra) podemos sacar algo provechoso y con lo mejor que podamos, salir adelante, y recomenzar, porque es cierto, hay que recomenzar cuando uno sale de la Obra.

Ahora estoy felizmente casada con dos maravillosas nenas, y solo puedo decir Vale la pena, aunque todos los de la Obra te miren feo y se cambien de acera. Vale la pena seguir adelante con tu vida.

M.S.







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