Me uno a las recientes e interesantes aportaciones que apoyan una mayor ponderación en algunos de los escritos. Conozco a algunas personas de la institución a los que el tono de algunos textos les lleva –justamente o no– a desautorizar toda la página como algo exagerado. Una pena. 

      Sin embargo, por otra parte, y aún admitiendo las razones de peso de Toco y Heraldo, que piden: ‘creo que el "Gracias a Dios nos fuimos" sobra, sería suficiente con el título "Opus Dei: ¿un camino a ninguna parte?". No olvidemos el precepto: no usarás el nombre de Dios en vano,’ y que ‘el “¡Gracias a Dios nos fuimos!” sería mejor quitarlo, pero no porque tome el nombre de Dios en vano, sino para evitar el tono de revancha’, respectivamente, no comparto esa opinión. Y eso, en primer lugar, porque es algo propio de ésta página desde el principio, y la solera es un valor. En segundo lugar, porque no parece que estemos usando el nombre de Dios en vano: hemos entregado a Dios (¡menos mal!, si no, vaya chasco) muchos años de nuestra vida, ilusiones, energía, a veces la salud, tragar quina... Pero, sobre todo, porque cuanto más se piensa, se ve que la principal y fundamental ayuda para la difícil “desprogramación” ha venido de Dios. Así que, lejos de usar su nombre en vano, le hacemos justicia al decir "Gracias a Dios nos fuimos".   

Inocencio