Me impactó tu último escrito, sinmiedo.- campoatravés
Fecha Monday, 20 April 2009
Tema 010. Testimonios


Creo que no te conozco, pero detrás de tus palabras adivino una persona llena de heridas, pero aún viva. Con un corazón grande, que con gusto albergaría a la isla entera.

 

Me hiciste recordar mi salida. Tan sólo hacía un mes que vivía mi vida nueva cuando me crucé con una antigua compañera de barca que también saltó de ella al encuentro con Jesús.

 

Me acogió como nadie lo había hecho nunca, me respetó como no estaba acostumbrada, y me hizo el mejor regalo jamás imaginado: el de su sincera y desinteresada amistad. Me acercó a su intimidad, me integró en su familia y amistades, que fueron multiplicándose hasta encontrarme sumergida en un amplio y acogedor hogar inmaterial donde fui recuperando mi persona, aquella que fue secuestrada muchos, muchísimos años atrás. Y con ella, mi conciencia, la libertad, el corazón y sus afectos, y todas aquellas cosas nobles que había canjeado hace años por una absurda hibernación.

 

Tu escrito es para ellos, y te lo deberían agradecer. Pero es difícil que te escuchen, por lo menos yo no te hubiera escuchado.

 

Porque antes de aceptar que algo anda mal, o que la Obra de Dios no es tan de Dios, o lo que sea, responderán con el consabido victimismo de la “contradicción de los buenos”, o de que “el demonio ha metido el rabo en la Iglesia”, o de nuevo con lo de que “hay que rezar por los colaboradores del Papa porque no le orientan bien” (que si no estoy mal informada, este es el último estribillo).

 

¿Y qué dirán ahora, cuando la historia demuestre que la realidad de los hechos poco tiene que ver con lo que nos habían contado?

 

Me duelen tantas personas buenas. Me duele tanto joven ilusionado con una vocación surrealista que acabará por asfixiarle. Me duele tanto corazón entregado a un sinsentido. Me duele tanto cansancio en la búsqueda de un Dios que no está ahí.

 

Y pienso qué hubiera hecho Jesucristo con tan noble potencial humano!

 

Y me gustaría decirles: vete a tu madre la Iglesia. Acude a ella. Acude a sus Pastores, que todos son buenos. No te pongas las orejeras de burro que tanto te recomiendan. Intenta, aunque sea por un momento, salir de tu isla y respirar el aire de fuera, y conocer a sus gentes, y actuar por ti mismo.

 

Hablaba de todo esto hace unos días con un amigo numerario. Intentaba disfrazar el miedo a desenmascarar su vida justificándose en la esperanza de que las cosas cambien. Que sí, que han empezado a cambiar…, que han suprimido de los libros de meditaciones lo que me hacía estremecer…, y la enmendatio no es obligatoria,  y los sacerdotes tienen seguridad social…, y hay mayor preocupación social

 

Hablamos en otro idioma. Cuesta poco aprender el idioma de fuera de la isla, pero hay que escucharlo, y hay que querer entender.

 

Y es que… sois demasiado buenos.

 

Os deseo lo mejor.

 

Campoatravés









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=14530