Manipulación hasta en lo insignificante.- Jose
Fecha Sunday, 25 April 2004
Tema 070. Costumbres y Praxis


Manipulación hasta en lo insignificante

Yo es que me indigno. Y el caso es que creo que el Opus Dei lo hace posiblemente movido por un afán de atraer más almas y todo eso, pero es que cuando dan una información, si no fuera porque nos conocemos, uno pensaría que en esa institución viven en una especie de Alicia en el País de las Maravillas donde todas las acciones se mueven entre la santa ingenuidad y la espontaneidad alegre.

Me explico: ayer navegué por una de las páginas oficiales de la Obra. En ella se reproducía una entrevista realizada por la numeraria Pilar Urbano (que parece el guiso obligado de todos los platos propagandísticos del Opus Dei) a D. Javier Echevarría hace ya algunos años. Para que no se me acuse de descontextualización y demás, transcribo la pregunta y respuesta que me mueven al enfado:

"- Pilar Urbano: -Cuando murió Escrivá, y estando todavía caliente su cuerpo, Del Portillo le quitó el "lignum crucis" que llevaba colgado del cuello, y se lo puso "hasta que haya un nuevo Padre". Ahora, al fallecer don Álvaro, ¿se ha puesto usted también esa reliquia del leño de la Cruz?

Mons. Echevarría -Sí, pero no enseguida. A los dos días. Yo evité hacer las mismas cosas materiales que, años atrás, había hecho don Álvaro, para que no se pensase que había una presunción de continuidad. Vi el lignum Crucis dentro del armario de don Álvaro. Pensé que estaría mejor sobre el pecho de un sacerdote. Por eso me lo puse."

Analicemos: "Vi el lignum Crucis dentro del armario de don Álvaro [a los dos días de morir éste]. Pensé que estaría mejor sobre el pecho de un sacerdote. Por eso me lo puse".

O sea, que D. Javier Echevarría, a los dos días de morir D. Álvaro, abrió un armario (¿casualmente?) y se encontró con el Lignum Crucis. Y entonces digo yo que se diría, a tenor de lo que dice en esa entrevista: "¡Andaaaaa!, pero si es el Lignum Crucis, que se me había olvidaooooo. Pues nada, me lo voy a poner yo, porque siempre estará mejor en el pecho de un sacerdote que guardado en un armario cogiendo polvo". Y se lo puso en un acto de espontaneidad.

Pregunta al canto: ¿Fue así, realmente?

Los que conocemos un poco -solo un poco- la Obra de Dios sabemos que en ella pocas cosas se hacen espontáneamente. Mucho menos el "traspaso" de poderes que supone el colgarse el símbolo de autoridad del Opus Dei. El que el nuevo prelado se lo pusiera a los dos días -me atrevería a dar una mano- era algo perfectamente pautado, pensado, planificado y no sé si incluso escrito. Y el pautar, pensar y planificar no es algo peyorativo ni legal ni inmoral. Es completamente legítimo que D. Javier decidiera esperar dos días para colocarse la cruz por el motivo que fuere. Entonces (y aquí viene mi cabreo), ¿por qué tiene que contar este episodio como si hubiera sido un hecho casual, tipo "pasaba por ahí y me lo colgué"?

Episodios como estos son los que al final dan arcadas del Opus Dei. ¿Por qué no llaman al pan, pan y al vino, vino? ¿Por qué siempre, hasta los episodios más normales, los manipulan? Aquí me gustaría retar a que respondiera el amigo Carlos Javier Alonso u otros de su cuerda.

Saludos.

Jose







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