Mi historia (II).- Txiqui
Fecha Monday, 30 March 2009
Tema 010. Testimonios


Mi historia (II).-

Txiqui, 30 de marzo de 2009

 

Para todos los que leeis esta web. En especial para los amigos de la verdad, aquellos que son o quieren aprender a ser libres.

 

El tema de la emigración hacia un destino fuera de la familia fue un golpe para todos de tamaño extraordinario aunque mis padres lo hablaban entre sí, los demás no eran conscientes. 

 

Era un día de visita y con la acostumbrada educación de casa mis padres me pidieron que acompañara. En tales ocasiones todos acogíamos al que viniera con el afecto que caracteriza en general a los aragoneses, sencillos y sinceros. Contradictoriamente la curiosidad junto con el instinto de protección sin pensarlo me tenia encogido el corazón, estaba alerta...



Por lo que he sabido después, mi padre como cabeza de familia exigió de la dirección del Centro una entrevista en nuestra propio terreno sin aceptar –porque sí– la política de hechos consumados dado que en nuestra ciudad estaba la Facultad donde se podía acabar la carrera y no tenia sentido ningún traslado dado que no existía ninguna oposición por parte de la familia. Hasta entonces “se creía” que los numerarios eran cristianos en medio del mundo, con unos estudios brillantes, era el caso, ( con matriculas de honor incluidas) constituidos en elementos renovadores de la sociedad por sus altas cualidades humanas que la Obra se encargaba de educar elevando la condición de cada persona con una especial visión del mundo y de las cosas, -con una visión sobrenatural-.

 

A tan alta meta estaba llamada mi pobre hermana en manos de unos directores muy jóvenes con don de “discernimiento” y “gracia de estado”.

 

Pero ved aquí que por fin apareció la directora. Guapa, delgada, bien vestida, con cara de miedo, muy pocas ganas de quedarse a solas, tema detectado por mí inmediatamente ya que conocía el temor que la seriedad y inteligencia de mi padre inspiraba en otros.

 

Con los años comprendí que parte de su poder estribaba en el arte de mirar fijamente a quien tenia delante sin emitir palabra.

 

Creo que lo pasó un poco mal sobretodo cuando llegó al tema económico, ya que con muy buen criterio se le preguntó cuanto costaba el remiendo del traslado.  Así hubo dicho la citada persona en medias palabras –nada concreto-, se le comunicó que las condiciones eran las siguientes:

 

* Quien más capacitado estaba para ver que era lo mas conveniente para su hija eran sus padres a quien Dios había dado aquellos hijos. Que la gracia “de estado” que creía tener esta persona era un argumento absurdo ya que no veía ningún hecho sacramental ni de consagración. En aquel caso los únicos que tenían esa gracia eran ellos.

 

* Dado que mi hermana ya en aquel año era mayor de edad y no se podía evitar la marcha (habían oído muchos casos en la misma ciudad) para no perjudicar al resto de sus hijos, todos en situación de estudiar y labrarse un porvenir, le darían lo mismo que gastaba en casa.

 

Todos sabemos que con madres como las que tenemos casi todos esta cantidad es irrisoria comparada con lo que cuestan todas y cada una de las organizadas por la Obra que están a nivel de un hotel de cuatro o cinco estrellas. Así que la acompañé tras una pequeño refrigerio con caras de circunstancias pero exquisitas maneras, a la puerta.

 

Pensando que esta acción paterna comportaría malas consecuencias, en ánimo de suavizar y observar de cerca me puse a tiro comentando que le iba a devolver la visita.

 

Recomiendo a todos los padres que tengan esta “sorpresa”, que no se dejen deslumbrar, que exijan que el hijo o hija permanezca en casa hasta su mayoría de edad y sobretodo que no les faciliten los medios económicos.

 

Puede ser que sus hijos a la corta se reboten, como el sufrimiento es inevitable, de unos y de “otro”, como dice el refrán, –de perdidos, al río-, no dar facilidades, actuar con justicia evitando el esquilmamiento económico que es en definitiva, el único recurso para que vuelvan. Ya que, enseguida empezaran a saborear el “rejalgar”.

 

Intentaré enviar sucesivos capítulos de esta historia con la que seguramente se identifican muchos de esta web, destinada a los que puedan encontrarse en esta situación o que llevan a sus hijos a colegios, clubs o medios relacionados con ellos, ya que lo que vemos simplemente son personas. La cara guapa de una obra, muy pero que muy fea.

 

Así que ¡hasta pronto ¡ Que Dios nos cuide, que nos cuida¡

Txiqui

 

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