Lo que más me ardió...- Peppe
Fecha Wednesday, 25 March 2009
Tema 010. Testimonios


Estimados Todos y Todas:

Lo que más me ardió:

Después de leer a Satur, a Emeve, Al Chile, Ana, Carmen,… o al que sea… definitivamente mejor me quedo callado, porque los tengo guardados a todos, aunque ni les conozca físicamente, y sólo me limitaré a decir lo que más me caló (lo que más aborrecí de la Secta Chemita).

Me sentí usado y abusado, con la violación al sigilo o confidencia, fuese a un laico o a un cura, son precisamente disposiciones interiores que uno las cuenta sin esperar medio de divulgación alguno, a menos que fuese autorizado por quien lo dijo; obviamente enmascarado en una media verdad que es perfectamente igual que una mentira, el decir que el apostolado, y la relación en la obra es de amistad y de confidencia… cuando en verdad resultó que ni era de amistad y ni de confidencia, y en muchos casos, yo no le caía bien a la gente y en la obra les caía bien a casi todos… excepto cuando ya había pitado, entonces se convirtió de “amistad y confidencia” a “indiferencia e indiscreción”.

Me sentí abusado a ver las notas en las fichas, en lo que se chismorreaban los consejos locales a mis espaldas, que yo entendía que se lo había dicho únicamente al cura y en un caso optimista al laico.

Yo soy de esos pocos borricos (en el sentido peyorativo) que fue reincidente en dicha Secta, porque primero fui numerario y luego supernumerario. Se necesita ser tonto para lo primero… mas tonto para lo segundo. Tonto, porque se aprovecharon de mis ganas de hacer algo por Dios, por la Iglesia, ayudar a la gente, tonto porque dejé pasar mucho tiempo en ver que la única obra de caridad que se puede hacer en la obra, que no sea para la obra, es… ninguna en realidad ahí no se vive las obras de caridad, siempre que no se pueda llevar a un niñito de San Rafael, para moverle la dichosa vocación.

Saben lo peor, que yo mismo hice pitar a amigos que eran de lujo, y pude ver como se les fue apagando, en algunos casos la mirada; en otros los ideales; y, en alguno su corazón. He sido yo un instrumento (aunque sin mala intención), de destrucción, ojala algún día me perdonen.

El cilicio o las disciplinas serian lo de menos, duro era rechazar a algunos amigos por ser divorciados, porque las esposas los abandonaron, el separar algún niño del colegio por el simple hecho de que sus padres se divorciaron, y pues como no podía haber familias disfuncionales… “!a la calle y que te reciban en otro colegio!, ¡que aquí sólo pueden haber pitables de San Rafael!...”.

El dulcísimo precepto… no podías hablarle cuando quisieses a tus padres, y no podías decirles cuanto quisieses tampoco (te ponían a un hermanito sobrenatural enfrente, y después de una llamada que considerabas normas… te caían sendas correcciones fraternas de que…!has sido muy efusivo, en tal o cual llamada… etc... nada nuevo), cuan dulcísimo. Lo único que es cierto es que Chema paseaba pa´ todos lados con la Abuela o la Tía de los chemitas, que si no le alcanzaban los estipendios para mantenerles cuando era cura incardinado… pero eso sí… a ti ni se te ocurriese decirles cuánto les querías a tus padres por teléfono y mucho menos que les extrañases, porque de menos unas correcciones, pero ya sabes… el Padre es el Padre y el Marquech, el marquech, que pues… que más da!!

En fin, me siento liberado y no sigo contándoles más por miedo a dormirlos.

Un fuerte abrazo!!

Peppe







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