Queridos Orejas,
Josema publicó hace unos días en OpusLibros una nota de la “Oficina de Información de la Prelatura del Opus Dei en España”, firmada por el periodista Manuel Garrido. Esa nota tiene en el título una alusión divertidísima a un texto comunista* muy conocido y ridiculizado por aquí: ambos declaran, con la misma sorprendente candidez, la misma función de guiones de pensamiento y de conducta para los respectivos públicos fieles. (Pero el comunista se entiende tal vez mejor, porque es de 1963, en plena era soviética y en pleno régimen autoritario en Portugal).
Manuel Garrido, en una época mental indeterminada, escribe imperturbablemente en esa nota que sus “palabras de sereno respeto no quieren crear ni participar en polémicas interesadas”...
Piadosos deseos, d. Manuel: es que uno de los problemas centrales de la información, y probablemente también de la vida en sociedad, es precisamente hoy ese: todas las polémicas son interesadas. Grande, grande problema. Qué tiempos estos, qué desasosiego!
El tiempo, de polémicas o no polémicas, puede ser ahora siempre el tiempo real (basta querer), y en ese caso la geografía se vuelve totalmente irrelevante: qué cosa increíble, D. Manuel! Las viejas maniobras de manipulación de la información, tan eficaces antes de internet, no funcionarán nunca más: porque no pueden. La prosaica técnica acompaña finalmente, y además con desconcertante facilidad y displicencia, la velocidad del pensamiento, de los pensamientos, la diversidad de las fuentes y la inmensurable dimensión de su divulgación, en contextos cruzados, inesperados, incontrolables. El motor de la Historia sigue siendo la buena y vieja empatía, claro está, pero ahora con modos y consecuencias totalmente distintos: what a wonderful, wonderful world! (dice ella, pensando en los terribles peligros del progreso para nuestras almas inmortales :)).
El silencio institucional frente a las acusaciones, - sobretodo frente a las acusaciones realmente graves e incontestables, como las que hacemos en OpusLibros sobre el Opus Dei, - es una técnica favorita de los autoritarios, no es de ningún modo una invención del gobierno autoritario del Opus Dei. Era, antes de internet, un procedimiento eficaz para evitar escándalos y crear una falsa imagen de serenidad y superioridad frente a reclamaciones muchas veces legítimas y serias, y por eso frecuentemente emotivas, fraccionadas y ruidosas, precisamente en la medida en que las vías institucionales de protesta no funcionaban o tampoco existían.
Ese silencio todavía se manifiesta, en el caso del anacrónico Opus Dei, por ejemplo en la curiosísima excusa reiterada en participar institucionalmente en debates en televisión y en el debate escrito abierto en OpusLibros. Es una reacción comprensible en la medida en que cogía resultados brillantes hace tan sólo un par de años: ahora funciona al revés.
Lo que sí sigue funcionando crudamente es el peso de las influencias indebidas en los centros de autoridad, todavía dominados por una generación de gobernantes que creció y se educó sin internet. Problema de resolución fácil y natural, tal vez algo lenta. La próxima generación de gobernantes no tiene la menor razón para ser más intelectualmente honesta que la actual, pero sabrá de instinto, sin que sea necesario explicarle nada, que las reglas del encantador mundo de la manipulación de las masas ignorantes :)) han cambiado radicalmente. (Por ejemplo: el papel de prensa sirve ahora en Portugal básicamente para envolver las castañas asadas que se venden por la calle en otoño, porque conserva muy bien el calor y las castañas son mucho mejores cuando se comen calientes. Etc.).
A propósito de todo esto, me gustaría mucho referir un excelente ensayo de Andrew Sullivan, autor de The Daily Dish, uno de los blogs más leídos de 2009, de acuerdo con la lista de Time. El ensayo se titulaPor qué blogueo? (y lo he encontrado aquí). En el original inglés: http://www.theatlantic.com/doc/200811/andrew-sullivan-why-i-blog . En español: http://www.penultimosdias.com/2008/10/21/¿por-que-blogueo-de-andrew-sullivan
* Se fores preso, camarada (1963), del dirigente comunista portugués Álvaro Cunhal (1913-2005). Es un texto paradigmático de los principios y de la conducta de los comunistas (...) De lectura imprescindible para que los militantes puedan incorporar a su vida la experiencia del Partido en este dominio, este texto, exhortando a la firmeza frente al enemigo, ayudó y sirvió de inspiración a la conducta digna y heroica de largas docenas de comunistas. (Del discurso del editor de las Obras Escolhidas de Álvaro Cunhal, en la publicación del vol. II).
Un grande abrazo,
Carocha
