Estimados todos,
en fin, mi historia (que reconozco no es la de los que realmente fueron miembros del Opus) la conté aquí. Y aquí estoy: en la U. de Navarra.

Ayer viernes "tuve que" tomar un café con cierto supernumerario profesor que había sido mi asesor académico. El motivo estaba claro para mí: después de haber rechazado sus "ofertas" de ir al retiro mensual, él necesitaba ver qué estaba pasando. Acepté; quería tener el gusto de decirle en la cara que no me interesaban esos retiros (por experiencia, la mejor estrategia contra aquellos que atacan por la espalda es ir de frente, sorprenderlos... eso los hace pelear en un terreno que no conocen).

La conversación al principio fue de temas académicos, exámenes, intereses de investigación, etc. Hasta que al final, vino la pregunta acerca de los retiros; no la recuerdo literalmente, pero recuerdo que me preguntó si había ido a colegio del Opus. Y ahí lo fulminé: Sí, fui a colegio Opus, pero me interesan un rábano los retiros organizados por ustedes. Que, sinceramente, son un aburrimiento y que, principalmente, estoy en total desacuerdo con la mitad de lo que se dice en ellos. Y es la verdad: en Cuaresma (que ahora viene) prefiero ir a unos mini-retiros que organiza mi párroco (diocesano común y corriente).

La cara del supernumerario ante mi "apología de la Iglesia Diocesana" fue casi de asco. Argumentó que en su experiencia personal, sólo en el Opus Dei había encontrado "lo que buscaba". Le contesté que en mi caso era justo lo contrario y nos despedimos cordialmente.

Es aquí donde yo me pregunto: Después de mi patética historia de pseudo-agregado (que es conocida en la Obra... en parte porque me dediqué a contarla), no me extrañaría que me quieran ahora de supernumerario. Estaré atento y espero estarlo para decir un gracioso "No, gracias" si me lo plantean.

aldeano