El debate del pasado Sábado por la noche, desde el punto de vista de la TV comercial, fue justo lo que a la cadena le interesaba producir: una especie de show / espectáculo, en este caso sobre el opus, por lo polémico de la institución, buscando captar audiencia. ¿Debate serio y profundo? No lo hubo. No lo hubo, no por que los intervinientes críticos hacia el opus (Agustina, si es que cada vez estás más guapa. Un beso) no dijeran verdades como montañas, sino por que las intervinientes pro-opus no quisieron escuchar, ni entrar realmente a debatir.

Como era de esperar, no hubo ningún representante oficial del opus. Entiendo que no fuera el vicario regional, pero sí podía haber participado algún vicario delegado o el responsable de la oficina de información. Fueron tres señoras, que no eran fieles de la prelatura, lo cual resultó bastante chocante. Si no sois del opus, si no habéis vivido (y sufrido) la vida intra opus, ¿qué hacéis ahí?, ¿de qué váis a hablar?. Lo que hicieron fue cacarear las consabidas respuestas sobre lo bueno y maravilloso que es el opus. También llama la atención que no hubiera ningún hombre simpatizante. Joder, tíos del opus, un poco de orgullo (y de cojones). Os defendieron tres mujeres.

Agustina, María Antonia y Jorge hablaron muy bien. Con mucha más educación y respeto que las tres cotorras. Fue una pena, por un lado, que las pro-opus negaran la realidad, incluso cuando lo que se hacía era leer el catecismo de la prelatura en directo. Por otro, que no se entrara en profundidad sobre la secta, la desaparición de la libertad, la manipulación y alienación (subdesarrollo) de la vida personal = anulación de la persona, la captación de menores de edad, etc., etc., etc., que, desde mi punto de vista, es lo realmente dañino del opus y es lo que la opinión pública debe conocer. Lo del cilicio, lo dicho, show televisivo. La encuesta se le volvió al opus en contra (60 % vs 40 %).

Gracias Agustina, María Antonia y Jorge por vuestra defensa de la verdad. Los ex-miembros no somos unos rebotados. Denunciamos estos abusos y pedimos a la Iglesia que intervenga.

Saludos (también para las simpatizantes. Lo de cotorras es broma)

Marco Polo