Los sentimientos al poder. Palabras para emeve.- Dionisio.
Fecha Friday, 20 February 2009
Tema 075. Afectividad, amistad, sexualidad


Querida emevecita y queridos todos:

 

Tú sabes muy bien la causa de que yo escriba poco, pero creo, amiga mía, que ahora debo intervenir de alguna manera en la conversación que has planteado recientemente.

 

Los sentimientos, es una perogrullada decirlo, son esenciales en el ser humano. Incluso son a mi parecer esenciales en la salvación eterna de cada uno. No nos salvará el conocimiento que tengamos de Dios y de las verdades eternas. El diablo conoce todo eso mejor que nosotros. Nos salvará en última instancia nuestros sentimientos hacia su paternal bondad sin que importante un carajo si sabemos algo sobre las sutilezas teóricas que entusiasman tanto a los expertos en ciencias sagradas. Fíjate que las computadoras pueden llegar a manejar conocimientos de una forma espectacular, pero no hay manera de programarlas para que sientan algo. Pueden aparentar que sienten, pero no sienten. Así de seria es la cosa. Somos, en mi opinión, criaturas espirituales más por lo que sentimos que por lo que conocemos.

 

En el opus, al que me gusta llamar el lado oscuro, los sentimientos son considerados como un mal inevitable, que conviene controlar, encauzar, dirigir, sublimar y, si se pudiera, suprimir. Le tienen miedo al placer, lo cual, me parece, les incapacita para manejar el dolor. Les horroriza la compasión, desprecian la empatía. Se burlan de las lágrimas, sobretodo de las femeninas, excepto si son las lágrimas de su santo; ese sí podía llorar ejemplarmente. Así les ha ido y así les irá, ya que la energía de los sentimientos está fuera de todos esos esquemas liliputienses. Los que hemos estado en el lado oscuro mucho tiempo (casi 30 años en mi caso) tenemos serias deficiencias en nuestro ecosistema de sentimientos. Es totalmente comprensible. Los que como tu habéis estado menos tiempo quizá tengáis menos daños estructurales. Creo suponer que en el fondo cuando  te echaron por estar enferma, lo que estaba pasando era una reacción de tu sano ecosistema sentimental. Gracias a Dios que tu naturaleza reaccionó y que te botaron como un periódico viejo. Suerte la tuya.

 

Precisamente esa suerte, junto con tu prodigiosa inteligencia y natural bondad, es la que te ha convertido en una de nuestras plumas estelares en opuslibros, sentando cátedra involuntariamente y dando lecciones sin quererlo sobre lo único que realmente al final importa: la salud de nuestros sentimientos. Tú has llegado a desnudar tus sentimientos de manera que algunos no han entendido bien y podrían llegar a calificar de exhibición impúdica. No te detengas a dar explicaciones. Tampoco las entenderán. Eso es normal que os pase a los genios. Sigue ilustrándonos con tu especial sabiduría, que nos va muy bien. Y si, a veces, no recibes comentarios, es porque a lo que dices solo se puede responder amen, o bien dicho, o quedarse con la boca abierta.

 

Ya no me queda tiempo ni para releer si he escrito alguna barbaridad. No queda más que enviarte un cariñoso abrazo. Los sentimientos al poder.

 

Dionisio, dando vueltas por el Areópago.









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