El Opus Dei como prelatura
Autor: Gervasio
Cuco (Cuculus canorus)
He leído los escritos de Josef Knecht. Y estoy muy de acuerdo con sus observaciones; no diré con casi todo, sino con todo. Se mueve en una línea argumentativa basada en conceptos y palabras tales como “contrato”, “declaración formal”, “vínculo”, “acuerdo”, “voto”, “incorporación”, “naturaleza jerárquica”, “consagrados”, “laicos” y otros. El lector, incluso el versado en Derecho canónico y en Teología, corre el peligro de acabar perdido en un mar de sutilizas que suenan a logomaquia. El propio Josef Knech parece hacerse cargo de lo árido de argumentaciones de este tipo cuando tras su magnífico artículo Tres errores sobre la incorporación del laico a la prelatura personal concluye: Comprendo que todo esto pueda parecer a primera vista un galimatías embrolloso, pero así es como el Opus Dei hace las cosas: ¿qué le vamos a hacer? Por eso, para entender este problema, hay que realizar un esfuerzo mental que requiere bastante paciencia. Me propongo expresar más o menos lo mismo, pero de un modo más vital, más fenomenológico.
Durante la celebración del concilio Vaticano II, un buen día el fundador del Opus Dei nos comunicó:
—Hoy (o ayer no recuerdo bien) se ha aprobado la solución jurídica. Ellos, refiriéndose a los padres conciliares, no se han enterado de nada…