Directores y directoras (V).- Calandria
Fecha Monday, 02 February 2009
Tema 900. Sin clasificar


La ovejita en cuestión mantenía largas conversaciones con el Ser Supremo, era su Amor, a quien se había dedicado en cuerpo y alma por completo, le confiaba todas sus cosas y eso la mantenía tranquila, fuerte, llena de paz.

 

También, se confiaba al Pastor Grande, quien ya no estaba en este mundo, vivía junto al Ser Supremo y gozaba del Él. El Pastor Grande había hecho, por mandato del Ser Supremo, el redil en el que ella vivía. Había dejado muy grabadas sus enseñanzas que la oveja negra las hizo muy suyas desde el comienzo.

 

La oveja había aprendido que su vida se desarrollaría en medio del mundo, que sería una más entre todas las ovejas que poblaban la tierra. Que debería trabajar muy bien y que su trabajo bien hecho sería el meollo de su perfección. Que debería atender a todas las ovejas de todos los rediles porque todas valen un montón. El Ser Supremo había decretado que cada familia de ovejas sería un redil, en la tierra había miles de miles de rediles. Aunque el redil de la oveja negra tenía unas particularidades decretadas por el Ser Supremo, quedaba constituido como un redil familiar.

 

La ovejita había aprendido algo que fue madurando con los años: que haría todo por amor y con amor. Sabía que el resto de ovejas de su redil también habían aprendido lo mismo que ella.

 

Tenía sus objetivos muy claros: estar en el mundo, trabajar como la mejor y hacerlo todo por amor. Así, con estos objetivos desarrolló su vida. Por eso cuando pasaron aquellos años, muchos, duros, llenos de consternación, nebulosos… la oveja se agarró con uñas y dientes a sus objetivos y fue como un barquita en medio de la tempestad, zarandeada, apaleada, medio destrozada… pero salió adelante, no se rompió, se quedó en el redil, supo aguantar, supo esperar a que pasara la tempestad. Sabía que el Ser Supremo no la abandonaría y así fue; la ovejita se fortificó en la tempestad, adquirió criterio, sentido común, seguridad en sí misma.

 

Calandria

 

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