Hola a todos!!

Voy con retraso leyendo los artículos largos, así que hoy tengo que felicitar a EBE y decirle que es magistral su escrito "Por qué el Opus Dei produce tanto daño", y agradecerle que sepa plasmar tan bien lo que todos percibimos en el fondo, o por lo menos yo. Lo mismo digo de Gervasio "Santidad en el mundo y en el mundillo",  que es contundente, profundo y encima gracioso. ¡Muchas gracias de todas formas a todos porque todas las aportaciones son muy valiosas! Y mis felicitaciones también a Chispita por su gran categoría rectificando como lo ha hecho.

Pero hoy escribo sobretodo para decirle a Finde que me ha parecido muy tendenciosa su risa burlona por el artículo publicado en la página oficial de la obra, y que trata sobre la experiencia de Ana Mª Abad, una numeraria auxiliar. Será que la conocí y valoré como una persona muy buena y capaz.

Puede que parezca absurdo el comentario del padre de esta chica, y más absurdo aun que eso le llevara a ella a quedarse en Altaviana y pitar de auxiliar, queriendo como dice, estudiar una carrera universitaria.

Me parece injusto que ridiculicemos la experiencia de una persona, sea la que sea.

Yo conocí a Ana Mª, aunque ella seguro que a mi no me recuerda. Entonces creo que yo vivía en la admón de Saomar. 

Ojalá me leas Ana Mª, aunque no lo creo. Te veo muy enfervorizada, y es que eres de las afortunadas: el botón de muestra que permite decir que las nax hacen esto y lo otro, van a congresos, tienen una preparación académica seria y son profesionales de altura, son  mujeres adultas libres....

Esta mujer–han pasado 28 años de aquello!!- es un buen anzuelo de pescador para el Opus Dei, porque su valía personal es grande. 

Le creo que esté contenta, que se sienta feliz con su trabajo, y creo tantas cosas más!! Pero como no es tonta, también creo que habrá muchas cosas que  no le encajen y le crujan en la soledad de su oración: como las muchas enfermas psíquicas en sus centros, como las numerarias y auxiliares sin asegurar, como la desbandada multitudinaria y la falta de vocaciones, como el trato infantil para tantas hermanas suyas, como las muchas rarezas en mujeres aun jóvenes, como las infinitas mentiras que se hacen patentes en el día a día del Opus Dei... y espero y le pido a Dios que abra pronto los ojos y no se deje manipular por nadie.

Carmen Charo