El tercer hombre.- Nicanor Wong
Fecha Wednesday, 07 January 2009
Tema 120. Aspectos económicos


EL TERCER HOMBRE

Nicanor Wong, 7 de enero de 2009 

 

 

Cuando era numerario, el asunto de la herencia era un tema trivial. Aún recuerdo el día de la ceremonia de la fidelidad. Notario con pluma y papel que me pregunta: ¿a quién quieres ceder tus posesiones? Inmediatamente respondí: a mis padres. Metida de pata. Me tomó el director regional por el hombro, me llevó aparte y me explicó que la respuesta correcta era "para la Obra (...) la Obra es tu familia, ¿no crees que ella va ha cuidar de tus padres en necesidad?" Re educado, volví frente al notario -un supernumerario muy divertido, me hizo nuevamente la pregunta y respondí lo que debía. La ceremonia prosiguió sin mayor problemas...



Cuando mis padres se enteraron que yo era de la Obra, muchísimos años después, lo primero que hicieron fue desheredarme. Asunto que a mis hermanos poco o nada les interesó. Más bien, cada vez que iba a casa de mi madre me llevaba algo para la mía, cosa que disgustaba a mi hermano supernumerario porque consideraba que la Obra debía buscar sus propios recursos. Me llevé hasta su piano y mi madre, generosa como siempre, nos regaló un televisor y otros enseres.

 

El caso es irónico. Ahora que dejo de ser de la Obra junto con mi actual esposa y paso a ser "herenciable", las cosas cambian. Aparte de los años perdidos en mi estancia dentro del Opus que no han permitido aún una total re integración en lavida socio económica normal fuera del entorno de los miembros numerarios, supernumerarios y agregados; la tragedia surge cuando los hermanos pasan de mitad a tercio de herencia.

 

Es tema común los conflictos por herencia, pero cuando las desavenencias y suspicacias vienen por parte de los "elegidos a la santidad en medio del mundo" no deja de sorprender hasta dónde puede calar la formación que se imparte en los centros de la Obra para los miembros supernumerarios (hermano y cuñada). Miradas de compasión y misericordia, piadosas advertencias que si nuestros padres fallecen tendremos que arreglárnoslas solos y revoltijos de intenciones secretas de apropiación... deja mucho que pensar de esta élite seguidora de Cristo. ¿Comentarán estos temas en sus charlas fraternas? Aunque he llevado charlas de jóvenes supernumerarios.

 

En todo caso, si algún curioso lector opusino tiene ocasión de leer esta carta que pregunte y dé su mejor consejo porque hasta Cristo no quiso ni meterse en estos líos "¿quién me ha hecho juez entre ustedes?" pregunta alterado ante un par de hermanos que disputan herencia.

 

Y a los advenedizos que ya se han embarcado en tren de los pitazos guarden sus posturas. Visitaba - sin obligación de la delegación - a la madre de mi mejor amigo que terminó haciéndose sacerdote numerario. Ella sufría o sufre de Alzheimer y me contaba que ya no la visitaban. Es más, la atendía con cariño otro ex numerario en un hospital cuando tenía sus crisis. ¡Qué paradojas! A pesar que he llamado a este "hermano mío" para saber de su madre no me ha devuelto las llamadas. Así que, piénsenlo bien.

 

Atte.

 

Nicanor Wong

Lima - Perú







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