Opuslibros - Lo relacionado con el sexto en la Opus.- J.O.

Queridos todos:

Observo con gusto que la Web parece haber remontado algo el tono tras la etapa Jose Carlos, aunque puede atisbarse la presencia de algún posible sustituto. Los temas planteados por Kapo (30-03) y Brisas (30-03) me parecen interesantes y podrían dar lugar a muy jugosos comentarios. En realidad todo lo relacionado con el sexto es en la Opus una barbaridad de proporciones descomunales y que parece diseñada para llevar a la persona al desequilibrio psíquico al centrar el cumplimiento de uno de los más importantes aspectos de la vida espiritual en la negación. No hacer esto, cuidado con aquello, cuidar la revista, la vista y la entrevista, etc, etc. De alguna manera, todo, desde el diseño de los centros hasta los modos de vestir, los sitios a los que se puede ir están en función de esto.

No sé si alguien ha comentado los devastadores efectos que este enfoque puede tener y de hecho tiene sobre chicos adolescentes cuya afectividad aún no se ha definido y puede manifestarse de manera esporádica de formas muy diversas e impredecibles. Así, yo he asistido a varios casos de chicos muy jóvenes muy preocupados por su presunta homosexualidad, porque en un cierto momento habían sentido esto o aquello por éste o aquél.

Respecto al asunto que plantea Brisas, recuerdo perfectamente cómo uno de los primeros, paseando un día por la Palmera en Sevilla nos dijo a dos numes jóvenes que le acompañábamos, refiriéndose a otro de los primeros que había abandonado la Obra y se había casado que "fulano había cambiado su felicidad eterna por unos kilos de carne", alusión que todos los presentes entendimos como referida a la santa esposa de ese digno señor. Corroboro lo que ya otros han señalado respecto a las continuas alusiones a la caducidad de la belleza femenina y a la persistencia en cambio de otros aspectos de su personalidad que resultaban mucho menos atractivos y que por respeto no paso a enumerar, aunque recuerdo que tenían que ver casi todos con facultades mentales.

Bueno, no sigo que es tarde, espero que sigan surgiendo temas interesanes.

Ah, respecto a lo de Mel Gibson y la películita famosa, con no ir a verla se soluciona todo el asunto. Es como la Cocacola o el Macdonalds, si no los frecuentas no te pueden hacer daño y así además no contribuyo a que se forre la ultraderecha fundamentalista y montaraz de la que Mel y parece ser que otros son insignes beneficiarios.

Abrazos, besos, (dentro de un orden, claro)

J.O.