En todos los escritos de esta página que leo religiosamente cada semana desde que la descubrí, veo reflejadas muchas vivencias que tuve durante mi breve contacto con la Obra. Muchas veces me estremezco al leer algunos de los testimonios que aquí aparecen, porque sé que son verdad y me duele cuando la gente lo niega.

Sin embargo, he de decir que la película "Camino", a la que asistí la semana pasada, ha dejado una honda huella en mí, por la crueldad de la misma. Algo sentí en mi interior que se revolvía durante la escena de los últimos minutos de vida de Alexia/Camino.

De la misma manera que sé que muchas de las cosas que reflleja la película son verdad (como por ejemplo la vida que lleva la hermana de Camino dentro del Centro en el que reside, y las actitudes tanto de los sacerdotes de la Obra que aparecen en la película como las actitudes de la madre de Alexia/Camino), he de decir, en honor a la verdad, que el Director de la película no debió de manifestar que la misma estaba basada en hechos reales, porque nunca nadie podrá probar que en los últimos minutos de la Alexia ella pensaba en Jesús (su amor platónico) en Jesús, hijo de Dios.

Es verdaderamente grotesca la comparativa entre lo que la gente alrededor de Alexia/Camino interpreta sobre sus palabras durante sus últimos minutos y lo que está pasando por la mente de la niña en la película. Sobre todo el momento en el que Alexia/Camino dice: "¿Ahora puedo entrar en la Obra?" y el sacerdote de la Obra, poniéndole la estampa de José María Escrivá de Balaguer, dice: "Ya estás en ella".

Gracias por vuestra atención.

Pilar Luque