Veladas milagrosas.- Luxindex
Fecha Wednesday, 03 December 2008
Tema 900. Sin clasificar


Hay perdidos soberados, y hondas mazmorras excavadas en los sótanos de torres del homenaje, y guardados forjados técnicos, y hogueras en ese apartado rincón de en medio del estrellado campo donde, ¡shhhh!, esta noche te espera una tertulia pirata…

 

Recuerdo que la información delirante que salía en aquellos corrillos clandestinos nunca era negada en los medios formales, fuese la aburrida charla o la chivata confesión, porque la tertulia pirata opusina era, y seguro que sigue siendo, un buen atajo iniciático para hacer de unos adolescentes un atajo de dogmáticos.

 

Permitidme, por favor, ahora intentar revivir dos de aquellas tertulias piratas… y me veo en pijama en un cortijo lujosamente jerezano y alguien habla del bueno de Manolo Caballero que requiescat in pace como responsable de no sé qué ascensor romano que el santo-Bala va a usar pero la puerta accidentalmente se abre sin que el cajón haya llegado y el santo-Bala inadvertidamente da un paso al frente y se instala en el vacío y al reparar que bajo sus pies no hay nada se convierte ¿sólo a mis ojos? en un dibujito animado que tras mirar unos instantes al espectador agita los pies agita los pies agita los pies y dando media vuelta deja de agitar los pies para salir airoso de haber estado en el aire su ratito y no recuerdo con precisión si tras la milagrosa práctica del ascensoring el santo-Bala llama ahora a Manolo para abrazarle renovando el renombrado episodio del burrito sarnoso o para abroncarle despiadadamente renovando cientos de silenciados episodios o ambas cosas y me desplazo ahora a un castillo cordobés donde alguien habla del primer felón de los primeros y dice que el primerísimo felón también es cordobés y dudamos los conjurados presentes entre ir y acabar con él con la quijada de un padrenuestro o ir y hacerle ver lo que Dios quiere de él que gracias a Él nosotros sí sabemos y entonces pese a la crucial decisión pendiente respecto al viejete cordobés ajeno a esta conspiración alguien interrumpe y es uno que apenas lleva dos meses pero que adopta con soltura maneras de veterano consiliario y abre también con soltura la segunda botella de repugnante coñac y dice que encomendemos a fulanito y dice que él entendería que uno se fuera tras dos o tres meses pero que fulanito llevaba ya ¡tres años! y se hace un silencio y no porque discrepemos en cuanto a que irse del Opus Dei ® tras tres añazos sea un despropósito sin perdón sino porque el resto preferimos para no sentirnos reflejados seguir hablando del ingrato cordobés y del ascensoring y de otros milagros con la esperanza de que en esta güija sin tablero a la que estamos entregados el que empujó al burrito sarnoso finalmente fuese también cordobés y se cierre de este perfecto modo este encendido círculo de maravillas al que con vértigo nos asomamos nosotros los que mantenemos una tertulia pirata dentro del techo registrable de ese núcleo húmedo que en breve verá a una procesión de héroes dispuestos a ducharse las ojeras de la exaltación y el exceso en pleno diciembre con agua fría para así cambiar el curso de la historia del resto del género humano…

 

Siento el fárrago: trataba de revivir mis catorce años. Pero a los catorce años de cualquiera el pensamiento no hace pausas ni para pensar, y menos si no te dejan hacerlo ni cuando estás en pijama.

 

Gracias, Sotadeoros.

 

Un beso a todos, me retiro.

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