Hola opacan, en primer lugar debo decirte que el Dr Lucas es un especialista en medicina interna por lo que dudo de su diagnóstico psíquico y por otra parte, en el opusdei, antes de acudir a psiquiatría se pasa por medicina general, de aquí la sorpresa del psiquiatra de que no te hubieran hecho ciertas pruebas.
En principio una “depresión endógena” no es ningún diagnóstico salvo que se especifique de qué tipo. En cuanto a que una persona de la obra hable con el psiquiatra y no lo haga delante de ti es una práctica que vulnera el secreto profesional, pero es bastante corriente cuando el psiquiatra es supernumerario; es algo que puede denunciar, al menos a la dirección del centro hospitalario como vulneración del secreto profesional. Está claro que este médico confunde cómo suele decirse “el culo con las temporas”.
Tengo conocimiento de este tema por personas muy próximas a mí. Es indignante y a mi entender hay algo que es escandaloso porque ¿desde cuando la decisión de la conveniencia o no de seguir en el opusdei es algo de lo que un psiquiatra pueda opinar? Eso no entra dentro de su competencia profesional y que yo sepa esa decisión la toma el consejo local al que debe bastar un buen diagnostico para que lo tenga en consideración y punto. Asimismo debería conocer la eficacia del tratamiento, riesgo o no de recaídas, o por si por el contrario es algo puntual que no tiene porqué repetirse, pero esto no importa para nada, lo único importante es que esa persona tiene una enfermedad psíquica.
En el opusdei tienen terror a este tipo de “enfermedades” sean o no transitorias. No les importa una hepatitis, un tumor benigno o maligno cogido a tiempo… Es una vergüenza. Nos quedaríamos alucinados si supiéramos la cantidad de personas que están con tratamiento psiquiátrico, pero la diferencia contigo es que como ya han hecho la fidelidad se las tienen que tragar con patatas y lo peor es que como las enfermedades psíquicas son difíciles de entender ya que no se ven y el enfermo no echa sangre por la boca, el machaque añadido es tremendo. Algunas directoras creen que se arregla con empeño en la vida interior: es algo increíble.
Conozco un caso, entre otros muchos, que he vivido de cerca. Dije a la directora de su centro que una persona no se encontraba bien. Ni caso. Al final fui a hablar con el director de la delegación y le comenté que esa persona pesaba 38 kilos y claro de golpe se encendieron todas las alarmas y rápidamente a ingresar con una anorexia que te caes. Mi reflexión fue: ¿acaso las personas que vivían con ella no lo veían? De pesadilla. En fin, podría empezar a contar casos y no parar aunque esto puede tener relación con que un requisito para ser numerari@ es no padecer enfermedades psíquicas. Creo que los tiros van por ahí.
westy
