Voy a un locutorio para leer la web. He visto que algunos me habéis enviado emails por lo que escribí el otro día, gracias. Aunque vivo en un piso no tengo ordenador y en el de mi trabajo no me atrevo a entrar para cosas particulares. Hay algo que me dice que no estoy haciendo bien al mismo tiempo que hay algo también que me dice que sí. Todo yo soy un lío por lo que os pido disculpas si no tengo las cosas tan claras como las teneis vosotros.

El sábado fui por primera vez a un cine. Una cosa tan tonta como comprar una cocacola y unas palomitas unido a traspasar el umbral de ese cine me supuso una invasión de libertad y alegría increibles. Eso no puede ser pecado.

El jueves me encontraré con un sacerdote que fue de la Obra que ejerce su ministerio en una parroquia. Nos conocimos cuando él todavía no se habia ordenado porque coincidimos dos años en un centro de san Rafael después del centro de estudios.

Nada más deciros que estoy bien y tambien que los que rezais por mi no dejeis de hacerlo y gracias por los mails que me habeis enviado.

dop