Hola Eny!!
me conmoviste con tus ideales, sinceridad y sentido común... siendo tan jóven...! Me llamó la atención tu frase: "Mi apostolado es estar en medio de mis cosas, no alejandome de ellas..."
Yo entré al Opus Dei a tu edad actual y me fui varios años después y te puedo asegurar con la fuerza de la experiencia propia, que recién pude "abrirme en abanico" para estar cerca de la gente y poder llevarles el consuelo, o la alegría de Dios, cuando me fui de la Obra. Estando dentro lo intentaba y seguro Dios hizo lo que pudo conmigo a pesar de mis circunstancias y limitaciones... pero recién ahora puedo hacer realidad el apostolado de amistad y confidencia que en la Obra me sugerían tener como mandato imperativo de Cristo. Porque más que un mandato, es una consecuencia que surge naturalmente del alma, sin hojitas cuadriculadas con "metas apostólicas".
Aprendés a no contabilizar sonrisas que suavizan la vida, generosidad en el tiempo compartido, lágrimas, confidencias... y además que no son siempre de vos hacia el otro... sino también del otro hacia vos. Porque la amistad para poder ser tal debe ser mutua... las confidencias deben ser mutuas... y oh sorpresa... as numerarias no deben hablar de sus intimidades más que con su directora espiritual... Por lo que, a no ser que trasgredas las normas escritas en los vdemecums, glosas y catecismos... nunca podrás ser una amiga de tus amigas siendo numeraria. Y no hay amor más grande que quien da la vida por sus amigos... dentro de la Obra no podrás hacerlo. No podrás estar en los momentos difíciles de un amigo (no te dejarán ni viajar a verlos, aunque esté pasando un momento terrible... tendrás que rezar a la distancia. .).
No podrás irte de vacaciones con tus amigos. no podrás estar en sus festejos de cumpleaños (si son mixtos) ni consolarlos en un día que lo necesiten si ese día coincide con cualquier encargo, actividad, celebración, medio de formación al que debas asistir... y cada día hay algo que en la Obra se considera mucho más importante que cualquier persona.
Te voy a contar una anécdota muy personal. Un día volví despues de muchos años a una región en donde había vivido unos años, muy lejos de mi tierra y por ende donde lo único que tenía era a las personas de la Obra y a las que por esa circunstancia llegué a querer muchísimo. Había ido con solo 20 años. Pasaron 10 años y como ya me había ido de la obra pude volver por vacaciones. Me hacía muchísima ilusión el viaje ya que siendo numeraria nunca había tenido la posibilidad de volver y pensaba que nuca lo podría concretar.
Un día decidí ir de visita a la asesoría regional de dicho pais donde había muchas numerarias con las que había vivido. Como era una región pequeña en realidad las conocía a todas... Pues, se ve que en ese momento que yo llegaba estaban por empezar un círculo u otro medio de formación. Nadie bajó a saludarme y darme un beso. N a d i e. Me atendió la recepcionista, y yo le iba diciendo... busco a Fulana, ella llamaba y le decían decir Fulana no está... y así sucesivamente con varios nombres. Estaban todas demasiado ocupadas en las cosas de Dios, porque los medio de formación son lo primero, están por encima de las personas ya que Amar a Dios es el primero de los mandamientos... que no se puede dar lo que no se tiene.. y que las Normas son lo primero y un listado de Ideas madres...
Si deseás de verdad querer a quienes te rodean y darles lo mejor de ti... tendrás que ser una cristiana corriente en medio del mundo, monja o laica consagrada... Siendo numeraria se te va a dificultar mucho. Pedile a agustina mi mail si querés que charlemos mas, podemos hablar via Skype.
Un beso enorme,
Lulu
