Ánimo dop.- jota
Fecha Wednesday, 29 October 2008
Tema 010. Testimonios


Hola dop:

 

Quizás no sea yo el más indicado para darte ánimos, ya que acabo de llegar a esta web el viernes.

 

Simplemente me voy  a permitir aclararte alguna de esas dudas que tienes, basándome en mi experiencia: Yo también pité con catorce años y medio y me fui dos años y pico después a un mundo totalmente diferente a lo que había vivido. Te aseguro que lo último que oí el último día y en el último momento, antes de despedirme para siempre, fue al cura decirme que estaba condenado si me iba -y como me iba, estaba pues condenado- con lo cual evidentemente puedes imaginarte mi angustia, y puedes también suponer el tiempo que esa angustia me acompañó.

 

Han pasado treinta años desde entonces y te puedo asegurar varias cosas: Hay vida después de la obra; hay mucha, pero mucha felicidad fuera. Soy feliz, totalmente feliz, hasta el extremo de que el último debate que tuve hace un par de meses con mi padre fue sobre este tema: él sostenía que la felicidad es imposible de alcanzar y yo le aseguraba que yo sí soy total y absolutamente feliz. Hay amigos, hay familia, hay aficiones -lamentablemente yo perdí  una muy grande que me ha resultado irrecuperable, pero he descubierto otra que me ha permitido viajar, conocer otra gente, y en definitiva seguir creciendo como persona- hay todo un mundo -permíteme la cursilería- de colores y no en blanco y negro.

 

Respecto a la sentencia que me dictó el cura en el último momento también te digo que se me pasó la angustia hace muchíiiiisimo tiempo: ahora vivo aquel episodio recordándolo con una sonrisa, y con el convencimiento de que mi pasaporte a uno u otro lado en la vida eterna dependerá de mi trayectoria en este mundo, y no de si viví dentro de una institución o fuera de ella; mantener esta afirmación es dar crédito a la injusticia que eso supondría.

 

Reconstruirse después de marcharse no es algo fácil, ni algo que se pueda hacer apretando un botón mágico, eso no existe. Pero es posible, al respecto no tengo dudas; es perfectamente posible reintegrarse al mundo real en todas sus facetas.

 

Y respecto a lo del psiquiatra, y aquí te hablo con perspectiva profesional, te aseguro que tener ganas de recuperar la autoestima, de conseguir relaciones personales basadas en la honestidad y no en un interés llamémosle espiritual, y de hacer actividades que son naturales por sí mismas, es algo total y absolutamente normal (y perdón por el empleo del término absoluto, porque no me gusta nada, pero en este caso es el que procede).

 

Por cierto, y ahora en broma, si que te recomiendo que prescindas de la tele, pero no porque sea algo insano espiritualmente, sino porque los programas que echan sí que pueden causar daños cerebrales irreversibles ;-)

 

Un saludo desde el afecto,

Jota.









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=13419