Este fin de semana vi la película Camino de Fesser. La película me  pareció muy buena; Camino, la protagonista, y su primer amor una historia encantadora; y la enfermedad y muerte de Camino de mucho sufrimiento, pero no me  pareció un sufrimiento amargo.

Cada persona que  vea Camino hará su lectura y sacará su interpretación.

A mi  parecer,  una película que critica las formas de proceder del Opus Dei, con toda las limitaciones que se quiera a la hora de plasmarlo, desde luego,  tiene mucho merito y mucho valor y desde luego, a la hora de describir la manipulación que  el Opus Dei  hace a sus miembros, su maquiavelismo jurídico e institucional y la hipocresía de los directores y miembros del Opus Dei, y del Opus Dei ante situaciones dramáticas de sus miembros, y como se maneja el arte del toreo, de la mentira, de la doble moral, y el voto de alegría en el Opus Dei, creo que la película siendo una autentica bomba, se queda muy corta en este aspecto.

A mi me ha traído recuerdos personales...

Estando yo en el Centro de Estudios, un hermano mío paso una situación dramática. Recuerdo que mi madre me llamó por teléfono, serian alrededor de las nueve de la mañana; la llamada me la pasaron; las llamadas se pasaban sin ningún problema en mis tiempos.

Mi madre me dijo: Tú hermano esta muy enfermo,  y quiere hablar contigo, ven enseguida a casa. 

Fui ha hablar con el director, y le dije: Ha pasado esto en mi casa. Mi hermano esta muy enfermo y quiere que vaya a verle, necesito ir a mi casa. El director dijo: ¡A mí que me importa tu hermano; si se muere que se muera! ¡Tú no te puedes ir!

Cada vez estoy más convencido que en el Opus Dei había y hay ateos.

 Por otro lado, a mi parecer,  la película Camino también crítica la visón cristiana de la muerte, el sufrimiento y la enfermedad; en este aspecto su director a través de la película ridiculiza, bajo mi punto de vista, aunque el Opus Dei este por el medio, la visión cristiana del dolor y de la muerte. En esto comprendo y comparto las críticas, que la familia de Alexia haya podido hacer a Fesser. Y también este aspecto de la película me ha traído recuerdos.

Cuando  murió mi madre muy mayor en un hospital,  ocurrió que en sus últimos días, ya muy enferma, mi padre que  también era muy mayor, llevó al hospital un crucifijo de unos quince centímetros, y lo puso sobre la almohada al lado de la cabeza de mi madre, y sentado al lado de la cama, rezaba el rosario en silencio. Yo los miraba a los dos. Entró un medico, y al ver la escena que debía ser algo similar a Camino, al  médico, le dio la risa, hasta que alguien dijo la famosa frase: ¿Y tú,  de que te ríes?

En fin la película desde mi punto de vista es muy buena en la crítica a los maquiavelismos y manipulaciones del Opus Dei, aunque se quedaría corta y es tal vez en algunas escenas y situaciones, un poco simple pero real en su fondo.

Encantadora en la figura de la protagonista Camino y su primer amor.

Y despiadada  en la  visión cristiana de la muerte y del dolor,  por mucho que este el Opus Dei de por  medio. Creo que en este aspecto, su director, Fesser, no ha querido, o no ha sabido, o no ha podido distinguir, entre el Opus Dei y la visión cristiana de la muerte y del sufrimiento.

Y como dijo mi acompañante al salir del cine: ¡La madre de Camino una beata! ¡El Opus que se joda! ¡¿Y tú, de que te ríes?!

Yo contesté: cosas mías…….

Dios nos cuide.

Ruta de Aragón.