En la Carta del Prelado de la Obra en Octubre, en que se han cumplido 80 años de la fundación, me ha llamado la atención el contraste que puede percibirse entre las citas que hace para subrayar la sobrenaturalidad de la iniciativa, y las consecuencias prácticas que extrae, donde lo que destaca es el esfuerzo personal.

            Al principio de la Carta, Mons. Echevarría dice que esta fecha debe recordar a l@s fieles de la Prelatura la necesidad de ser humildes, para que Dios se sirva de nosotros como instrumentos de su designio salvífico, porque estemos convencid@s de que la vocación y la vida cristianas han de concebirse como respuesta a una iniciativa divina.

            Pero, claro, si luego a ese Dios, que debía tenerse como protagonista, se le hace ceder su prelación al esfuerzo por vivir unas normas establecidas por el Fundador (porque sin el esfuerzo por convertirse personalmente en cada jornada, no será eficaz el apostolado personal), entonces todo empieza a convertirse en algo sospechosamente humano.

            «Por sus frutos los conoceréis» (Mateo 7, 20), decía Jesucristo. Y a mí, esos frutos no me confirman la sobrenaturalidad de la empresa promovida por Escrivá. Más aún, en la medida en que se van dando a conocer las tergiversaciones de la verdad histórica sobre la vida del Fundador, lo que se va confirmando en más bien lo contrario: que promovió una organización en la que están presentes unos ideales cristianos tan válidos en su propuesta como inaceptables en muchas de sus realizaciones clandestinas.

            Escribe el Prelado que espera que este sexto aniversario de la canonización, que se ha cumplido el día 6, constituya para cada una y cada uno una fuerte sacudida. Sacudida la que un día la Santa Sede podría pegarles a las autoridades de la Obra, en cuanto se diera cuenta de los goles que le han colado en el proceso de Escrivá. Y espero que la sospecha que plantea la película Camino, sirva a los de la Congregación para las Causas de los Santos para actuar con más rigor que el empleado en la causa de Escrivá, en los procesos donde estén implicados los que promovieron aquella.

Trinity