Un año más el encuentro en Zaragoza, y un año más, más claras y evidentes, las mismas conclusiones personales:

El Opus Dei es un sistema injusto, llevado por personas que consciente o inconscientemente se mueven por motivaciones injustas, en su forma de tratar a la gente. Un sistema que ha generado y genera dolor y sufrimiento a muchas personas.

He visto una vez mas, lo bien que lo hace el Opus Dei, no sé si su fundador era consciente o no de cómo se aprovechó de nuestra vida interior o de nuestro ateismo para introducirnos en su sistema. Sistema  con el que consiguió que somatizáramos muchas cosas de las que vivimos allí, y nos inculcaron allí; y muchas de esas cosas nos hacen daño y nos generan sufrimiento; cosas que no son tan fáciles de desprogramar como uno creía y algunas cosas que somatizamos allí tal vez nos acompañen hasta la muerte.

Una vez más he visto lo subconsciente y profundo que es el miedo que se sigue teniendo al Opus Dei. Los rasgos que heredamos de nuestros años en el Opus Dei, el estar llamados a muy importantes y altas misiones y a mandar sobre los demás, eso que no falte.

¿Un miembro del partido nazi estaría tan somatizado por su pasado nazi como nosotros por el Opus Dei? ¿Le habría dejado, su pasado nazi tanta huella como a muchos de nosotros nos dejo el Opus Dei? Yo personalmente creo que no.

¿Y por otro lado, en el fondo, qué nos une a los Ex Opus Dei?

¿Por qué, en muchos ex Opus Dei, la huella fue muy profunda y en otros no?

Dios nos cuide.

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