La película
Ana Azanza, 20 de octubre de 2008
Estimados Orejas,
he visto la película “Camino” y apenas me he repuesto de la impresión, ¡es mi vida y la de cualquiera de nosotros la que finalmente se ha llevado al cine! lástima que una vez más el autor no reconozca públicamente todas sus fuentes de inspiración. Esa película sin opuslibros.org no hubiera sido posible. Es evidente que hay un nivel de detalles en la ambientación que no los ha sacado de otro lugar sino de nuestros testimonios.
La película es impactante desde luego aunque no se tocara el tema del opus...
El drama de la enfermedad de Camino es desgarrador, una niña tan joven sometida a esas operaciones, a la pérdida de su movilidad, de su belleza juvenil (la pérdida del pelo), de sus planes de adolescente... Pero por si eso no bastara para dejarte el alma en vilo, la sombra del opus se cierne sobre la familia misma de Camino. Con esa madre fanática que le esconde las cartas del novio a la hija para que ésta se olvide y se haga numeraria. Esa madre que es capaz de "mejorar" un vestido rojo monísimo en un traje de niña chica.... en fin, tantos detalles que me han sobrecogido porque yo he vivido cosas muy similares. El colegio de monjas, las conversaciones entre las niñas, la inocencia y el arrebato de Camino cuando va a rezar a la virgen del colegio para pedirle la curación, el sagrado corazón a la entrada de la casa, la biblia de los niños en la mesilla de noche de Camino ¡yo también tenía esa biblia en tres tomos!, los rezos en las comidas... Por si fuera poco en dos ocasiones reconocí exteriores grabados en Pamplona, ¡mi ciudad natal! el paseo de Saraste, la "villavesa" (autobús urbano), una calle peatonal en el casco antiguo...
Se ha documentado estupendamente Fesser, sale hasta la oración preparatoria que rezamos miles de veces para hacer oración mental, la clase de cocina en la que se va adoctrinando sobre la vocación, la niña Camino "haciendo apostolado" para llevar a sus amigas al club. ¿Y qué decir del centro de numerarias? el teléfono bajo llave, una numeraria escuchando la conversación telefónica de Nuria con la familia, la separación hombres - mujeres con las dos puertas de "comunicación", la misa celebrada para todos pero en dos oratorios separados y las mujeres por una pequeña ventana viendo únicamente al cura, un fichero en dirección con todos los datos relevantes de las numerarias del centro, el alejamiento de la numeraria de sus padres, el acusar por parte del opus dei a los padres de jugar con los sentimientos de las hijas.... tantas y tantas prácticas comunes de esta institución que claman al cielo.
Indignante la manipulación por parte del opus del dolor de una familia. Cuando el padre está filmando a Camino en el hospital y la madre suelta eso de: "filma a la Virgen" refiriéndose a una imagen que hay en la mesilla, en la sala de cine se oyó un murmullo de indignación... Como en tantos otros pasos de esta película. El dinero: la numeraria visita a su tía cinco minutos al mes, y siempre con otra "compañera", porque la tía prepara un sobre con dinero. Sin dinero de por medio no habría visita. Y cuando llega el padre al hospital, la hija numeraria a la que no ve desde hace meses se va "porque la están esperando en el centro". Siempre la misma excusa: "tenemos mucho quehacer". Sólo ellos trabajan, no se sabe en qué, pero no hay tiempo para "sentimentalismos". No hay tiempo ni afecto más que para un "padre" al que no se ve jamás.
Ante el dolor por la enfermedad ¿en qué piensa el opus representado por dos curas? en su operación de marketing particular. La generosidad de la niña puede servir para un proceso de beatificación, "de ejemplo a la juventud". Me ha impresionado ese dolor real, sentimientos normales de un padre ante una hija enferma, y lo postizo de todas las consideraciones "pseudo espirituales" de la madre, y la niña Camino sacando la consecuencia lógica de tanta locura: "¿Quieres que rece para que tú también te mueras?" Así como el recurso a la confesión de la madre porque la niña está desesperada ante tanto dolor y sentir dolor y pedirle cuentas a Dios ¡es pecado! ¡qué atrocidad! ¡qué derroche de inhumanidad hemos vivido ahí dentro!
El opus dei dirá lo que quiera, pero son ellos los que manipulan a las familias, a las madres, para que sean las primeras en alentar la entrada en el opus de sus hijas, es verdaderamente tétrico ver a una madre colaborando en la destrucción de la juventud y de las ilusiones de su hija. Es sencillamente demencial, además damos testimonio de que eso no es un invento del director del film, así funciona realmente el opus dei. Tu vida destrozada y pisoteada de la manera más vil para favorecerles a ellos. Espero que mucha gente que está en la iglesia vea esta película para que observen y piensen si verdaderamente todo lo que se refleja en ella tiene algo que ver con el evangelio. Y si hay derecho a que la institución eclesiástica, perseguidora de las "desviaciones doctrinales", no mueva un dedo para parar tanto sufrimiento inútil.
Me encantó otro detalle, la pegatina "sí a la vida" que está puesta en la carpeta de Camino y que sale varias veces. ¡Típica pegatina de jóvenes antiabortistas! otro lema muy opus. Y al mismo tiempo la contradicción de ese mensaje "Sí a la vida" con lo que hace el opus con la gente joven: todos los caminos cerrados, "No pasar", ese agujero negro que se forma en el agua del mar y se lleva por delante la alegría juvenil de Camino y de su hermana Nuria con una vocación inventada.
No me extraña que se suban por las paredes, el opus no está acostumbrado a que los demás "les hagan la foto". Sólo les vale la foto que se hacen a sí mismos. Ya era hora de sacar este tema a público debate en este país...
Ana Azanza
