La felicidad. Para José Tomas.- Inés
Fecha Monday, 20 October 2008
Tema 040. Después de marcharse


Querido José Tomás:

 

Leí tu escrito y pensé escribirte unas letras para darte mi opinión acerca de lo que cuentas. Ahora que me pongo a escribir ya no tengo las ideas tan claras y esto es por varios motivos: el primero, que es muy fácil arreglarle la vida a los demás cuando quien tiene que bregar con la tempestad es otro, y yo intento ponerme en tu piel; el segundo, porque pienso que hay que tener mucho cuidado con lo que se opina y se aconseja, poco aconsejadora soy porque pienso que ello conlleva una gran responsabilidad. Es que.... ¡fíjate que si doy un consejo y alguien lo sigue!. Lo dicho, una gran responsabilidad. Vaya esto por delante y simplemente quiero decirte, José Tomás, que voy a escribir lo que sentí cuando leí tu escrito.

 

Te diré que nunca sabrás cómo sería tu carácter, cómo serías tú si el opus no se hubiera colado en tu vida. No me resisto a hacer un pequeño chiste comparando este tipo de situaciones con Michel Jackson, ¿cómo sería si no se hubiera pasado media vida metido en un quirófano queriendo ser blanco?. Él nunca lo sabrá. Nosotros tampoco sabremos qué habría sido de nosotros si el opus no se hubiera cruzado en nuestro camino.

 

En tu caso y el de tantos habrías tenido catorce años y, a partir de ahí, habrías ido madurando y formando tu personalidad. Te habrías enamorado, tenido amigos, amigos no por el hecho de un proselitismo salvaje sino como tienen los amigos los jóvenes: porque sí, porque necesitamos los amigos más que el comer y porque uno puede no tener hermanos y no pasa nada, pero no se puede vivir sin amigos. En fin, y un largo etcétera de vivencias que son las que van formando nuestra personalidad. Pero en tu caso y en el de tantos otros hubo una serie de vivencias forzadas, ajenas a una adolescencia y una juventud normal.

 

Tu hoy es el resultado del ayer. Pero no puedes pensar, porque errarías en tu juicio, que si no hubiera existido el opus tú serías hoy como eras cuando tenías catorce años. Pienso que te equivocarías. Si el opus no hubiera aparecido en tu vida tampoco serías como a los 14 años porque veintisiete años en la vida de un ser humano dejan huella.

 

Mira, José Tomás, yo pienso que el rejalgar es un virus que se nos inocula cuando estamos en el opus y que se manifiesta pasado unos años, unas veces se manifiesta si seguimos dentro del opus, cosa que jamás reconocerán, y otras veces se manifiesta una vez hemos salido de la institución. ¿No crees que es importante para nuestras vidas que los numerarios hayan estado practicando una y otra vez que su familia es la del opus y, en cambio, su familia de sangre es algo de lo que hay que despegarse? Te lo digo porque ese desprendimiento de la familia es algo que he observado en muchos ex numerarios (en este caso abarca también a las numerarias, es un genérico de la lengua castellana), que hablan de sus padres con una frialdad que da repelús. Pero pienso yo que esto es fruto de tanta y tanta anormalidad inducida.

 

Te diría que es muy importante que te des cuenta de dónde tienes tus fallos, ¡fíjate que terrible sería que creyeses que lo estabas haciendo fenomenal!. Y una vez localizados los fallos, que pongas el mismo empeño que ponías en desprenderte de tu familia de sangre, en acercarte a ella. Y te diría lo que querría que alguien me dijese a mí: busca ayuda profesional. Un médico o un grupo de terapia pueden ayudarte mucho. Que no te importe si te ponen a tratamiento, que no te importe y síguelo.

 

Ojalá que encuentres la tranquilidad y la felicidad.

 

Besos

Inés 









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