Javier Fesser: Camino, cambio de registro.- Casimiro
Fecha Friday, 17 October 2008
Tema 010. Testimonios


“CAMINO”, CAMBIO DE REGISTRO
Javier Fesser

 

Notodo.com

 

A veces no ocurre nunca. Pero hay veces que miras una película o lees un libro y tienes la inequívoca sensación de que esa historia está siendo contada exclusivamente para ti. Algo o alguien está utilizando el espacio en blanco entre líneas para hablarte, mirarte, tocarte, seducirte o simplemente pedirte auxilio a voces. Y lo hace con un lenguaje que sólo tú conoces, utilizando referencias que te resultan sospechosamente familiares y relacionando magistralmente detalles minúsculos con los que comprendes, perplejo y desconcertado, que no se trata de ninguna coincidencia y que quien te habla te conoce profundamente. Por un lado es emocionante pero por otro confieso que da mucho miedo...



Hace 20 años se cruzó en mi existencia Alexia, una niña extraordinaria, inteligente, ingeniosa, alegre, divertida, natural. Por desgracia esto ocurrió cuando ella ya había fallecido y el encuentro sucedió a través del relato que otros habían elaborado sobre su enfermedad y su muerte. En él se recogía su testimonio pero, sobre todo, el de quienes la acompañaron y aconsejaron en los últimos meses de su vida. Y a mí me pareció, desde el principio, que aunque no dejaban de mencionar su nombre, no era ella la verdadera protagonista. Alexia y su dolorosa circunstancia se convirtieron en la excusa perfecta para hablar de la “conveniencia del sufrimiento”, la “mortificación como virtud”, la necesidad de “purificación del cuerpo y el alma”, la entrega afanosa al “proselitismo” y de muchas otras tesis que el fundador del Opus Dei desarrolló en esa obra maestra del surrealismo esperpéntico que tituló “Camino”, y que dejó como libro de cabecera para todos los miembros de su Obra. Alexia, con una generosidad que se saldría de cualquier mapa, no era el centro del relato sino el vehículo del verdadero discurso. Era esa mi impresión.

 

Su aventura emocional, tan humana, tan real y tan inquietante me invitó a conocer la de otros niños y niñas fallecidos en “olor de santidad”, pero también me condujo hasta otras muchas historias bastante más cotidianas de hombres y mujeres en cuyas vidas el paisaje de “ofrecimiento del dolor” se repite con demasiada frecuencia. Personas casi siempre maravillosas que se han dejado convencer de que no lo son, que no merecen gran cosa y que han terminado dando por hecho que la mera intención de mostrar su propia y sincera opinión no es sino síntoma de tibieza, soberbia y falta de entrega.

 

Eran demasiados los que me estaban pidiendo a gritos que contara SUS historias. No la que interpretaron los que les conocieron ni la que éstos cuentan una y otra vez por ellos, sino la SUYA, la de sus corazones. Y por eso he cambiado de registro: he pasado de hacer las películas que a mí me daban la gana a hacer una “de encargo”, una película de la que no he podido ni he querido escaparme. Ese es, y no otro, mi auténtico cambio de registro. Y todo éste lío para contar una sencilla y preciosa historia de amor. Si es que… el que no se complica la vida es porque no quiere.

 

Javier Fesser, director de Camino







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=13307