No hubo debate.- Agustina
Fecha Friday, 10 October 2008
Tema 040. Después de marcharse


Pues sí, no hubo debate. Dos horas antes de la grabación, me llamaron por teléfono desde el canal TV Intereconomía para decirme que no se podía celebrar porque “los del Opus Dei acababan de telefonear declinando su presencia, debido a imprevistos de última hora”. Quizá no lo hubo o quizá reclamaron a ex miembros en buen plan para intervenir y así se quedaba todo "en casa". No lo sé.

 

A los pocos minutos de comunicármelo, me telefoneó María Angustias Moreno (Marian) que, como a mí, le acababan de anunciar la noticia de la suspensión. Estaba en el tren –venía desde Sevilla- y le faltaba poco para llegar a Madrid.

 

– ¿Qué te parece?, me preguntó.

– Que son unos cobardes. (Y otras cosas que me callo).

 

Como su vuelta a Sevilla era para las 19.30 del mismo día, quedamos en vernos un poco más tarde. El punto de encuentro fue la casa de otra ex numeraria, Begoña Escauriaza, encantadora mujer a la que tuve la suerte de conocer ayer.

 

 

De izquierda a derecha: María Angustias Moreno, Agustina L. de los Mozos y Begoña Escauriaza

 

La foto nos la hizo Menchu, también ex numeraria.

 

Qué genial sobremesa/merienda! Tanto Marian como Begoña y Menchu pertenecen a una de las generaciones en las que agregadas/os, numerarias/os, se fueron de la obra en vida del fundador. Si ahora hay difamación y mentiras para los que se van, entonces se añadía el ostracismo, el miedo, la soledad, la falta de comunicación entre ex miembros, el desconocimiento total por parte de sacerdotes y obispos de qué era el opusdei y por lo tanto la incapacidad de respuesta para entenderles. En definitiva: el oscurantismo, la intimidación y el poder -desde las sombras-, de las sociedades secretas. No es que el opusdei no siga siendo una sociedad secreta, es que ahora tenemos Internet para hablar y ayudarnos unos a otros.

 

Ellas conocieron al fundador, le trataron y le sufrieron. En muchas de la anécdotas que hemos oído contar o leer pasadas por el tamiz institucional, es decir, deformadas, (libros de Ana Sastre, de Pilar Urbano, de Vázquez de Prada, el Cercas, etc., etc.), habían estado presentes o habían sido protagonistas. A Begoña le animé a que contara todo eso por escrito. “Me da mucha pereza escribir pero yo te cuento todo y tú lo escribes… que yo no sólo traté a Escrivá sino también a su hermana, a ‘tia Carmen’... Mi madre se presentó delante de Escrivá en Roma a cantarle las cuarenta cuando nos robaron acciones de un banco por muchos millones... y él decía '¡lo que quiero yo a mi hija Begoña!'... y mi madre le contestaba: "¡no es su hija, es MI hija!'...” Volveré a su casa para recopilar su testimonio y recuerdos. No sé cansó de invitarme a vernos de nuevo, tiene ganas de hablar. Volveré, por supuesto.

 

Les pedí permiso para poner la foto en “Quiénes somos”. Les expliqué que existía esta sección en Opuslibros. “¡Faltaría más!” fue la respuesta de una. “Inmediatamente”, fue la respuesta de otra.

 

Y aquí acaba la historia del debate televisivo que no existió.

 

Muchas gracias por los consejos recibidos a mi pregunta: ¿qué me pongo? y a todo tipo de sugerencias. Al suspenderse el programa no puedo demostrar lo espléndida y espectacular que iba a aparecer :-) Otra vez será.

 

Un abrazo,

Agustina

 

P.D. A los cobardicas del opusdei: ¿por qué tuvisteis miedo a dos pobres mujeres inofensivas e indefensas? No lo entiendo :-) Y a los medios de comunicación: ¿no da publicidad ni dinero que dos mujeres discrepen del opusdei? ¡Viva la libertad de prensa!. 









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