Dejar el trabajo y la obra a la vez.- JON10
Fecha Friday, 10 October 2008
Tema 010. Testimonios


Ahora soy consciente de que tuve mucha  suerte al tomar esa decisión. En aquel momento trabajaba  para un supernumerario en una oficina técnica y estaba en excedencia de un Ministerio.

 

Aprobé una oposición y tuve que cambiar de ciudad. A los tres años de estar trabajando fuera, me comentaron que un súper de mi ciudad necesitaba una persona de mi profesión. La idea me gusto, pedir excedencia y volver a mi ciudad estar con mi familia (era agregado) y ayudar a la labor que había empezado a descender. Era a  principios de los años 90...



Durante varios años estuve muy a gusto en ese trabajo, aprendí mucho. La cosa fue cambiando cuando metíamos muchas horas y no las pagaba. No se podía protestar puesto que al principio aceptamos que si había que meter horas  se metían y no se iban  cobrar (pero claro, no tantas). La cosa cambio a partir de un día que me encontré a las 9,00 de la mañana  al jefe en el ascensor, yo me iba , y el entraba, me pregunto donde iba, le conteste rotundo: a dormir . Me había tirado toda la noche trabajando para terminar el trabajo, puesto que había que entregarlo ese día y el jefe quería quedar bien con el cliente a base de perjudicar a los empleados. (Se debió perder las charlas donde se hablaba de justicia y lo de dar a cada uno lo que le corresponde).

 

Situaciones de ese estilo se daban alguna vez al mes, lo normal era hasta las 2  o las 3 de la noche. Esta situación quemaba mucho cuando el sueldo era mas bien bajo (el horario era partido de mañana y tarde).

 

Mis agobios llegaban una vez al año cada vez que tenía que decidir si seguir con ese trabajo o volver a plaza del Ministerio en otra ciudad. Algunos del centro me aconsejaban que me quedara para echar una mano en el centro, que como os he contado iba en picado y en caída libre, como después sucedió. Me sentía coaccionado indirectamente y culpable si me iba. También en los momento de bajón me preguntaba si trabajaba con el súper por que era de la obra o por que era bueno en mi profesión, mi auto estima estaba por los suelos.

 

La cosa cambió el 5 año, puesto que si no volvía a plaza la perdía, entonces tome la decisión de volver a la plaza sin pensar en los demás y pensar en mi futuro, puesto que llevaba varios años sin estar a gusto en la obra. Me incorpore a la plaza en una ciudad próxima y me fue mas fácil dejar la obra. Un director que habia tenido en el centro y que entonces estaba en la delegación me visito varias veces en la nueva ciudad para convencerme de que siguiera y después de dejarlo me dijo que si quería ser cooperador.

 

Ahora desde la distancia pienso que hubiera sido muy difícil dejar la obra trabajando para el supernumerario, porque supongo que a  corto plazo me hubiera echado del trabajo. A no ser que hubiera aceptado ser cooperador, como con posterioridad me lo plantearon  y que estuve a punto de aceptar y seguir mas o menos en contacto con ellos. Si estas con ellos bien, si no cuanto mas lejos mejor,  que les puede perjudicar tu "posible" mal ejemplo.

 

El motivo para no aceptar es que no me dieron nada de dinero para salir del paso. 

 

¡Que tomen nota¡. Ese fue realmente el motivo. Porque me consta que más de un numerario o agregado que lo deja, le proponen ser cooperador y con el tiempo supernumerario. También pienso que algunos al dejar la obra no rompen del todo el contacto con la obra por muchos motivos: por la familia, por el trabajo-directamente o indirectamente relacionado, porque tienen clientes, porque tienen amigos y no quieren perder el estatus social e influencia, o como pensaba yo al principio porque no son  tan malos. Doy gracias por haberlo dejado y  desconectado del todo.

 

Un abrazo para todos, si me viene bien me gustaría acercarme a Zaragoza, cambiar impresiones y conoceros.

 

Jon







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