Discrepancias serias por motivos serios.- Ana Azanza
Fecha Wednesday, 01 October 2008
Tema 010. Testimonios


Estimada Isabel Caballero,

 

tu correo del viernes 26.09 me anima a seguir con el tema que daba más o menos por zanjado. Tú interpretas que yo pido solidaridad a las personas que están dentro y ven abusos. Realmente no les pido eso puesto que no está a su alcance. Sólo hay una supuesta virtud practicable en el opus dei: la obediencia. Y ni siquiera es una virtud ya que el sometimiento opus de las personas es inhumano. Dicho esto con este grupo pasa algo digno de notar. Cuando estás dentro ser directora de un centro, no digamos de una delegación o de una asesoría, o ser una supernumeraria muy "de casa", es decir, muy "chivata de las directoras", es todo un honor. Te da honorabilidad, tienes el respeto de los demás de manera natural. Eres alguien, tienes una gran dignidad. Participas de lo que en el fondo hay que participar ahí dentro: el poder...



Sin embargo cuando sales de la burbuja tengo para mí que en general, no es una ley determinista pero se cumple bastante, es más fácil desprenderse del "veneno opusino", o del "anzuelo opusino" para los que dentro simplemente fuimos esclavos: léase en especial numerarias auxiliares, agregados, supernumerarias, numerarias que no se enteraban de qué iba la fiesta... Conozco a una ex numeraria que fue directora de centros toda su vida y si mi salida fue atroz la suya dobla la mía en atrocidades. Estuvo al borde del abismo, es un milagro el hecho de que hoy sea una persona con buena salud.

 

Salir físicamente es complicado, salir mentalmente es muchísimo más difícil. Esta página lo muestra día a día. Aquí sigue escribiendo mucha gente en el estadio por el que reconozco que también pasé, pero que superé con la vida misma, de "el opus es una buena idea que se ha estropeado". Pues bien, es una fase que es interesante superar, porque el opus dei, conociendo un poco de la vida, del ser humano, y conociéndolos a ellos no hay por donde agarrarlo. Un sólo adolescente engañado, al que se le priva de su libertad vale mucho más que toda la universidad de Navarra, colegios, clínicas y "labores" en el mundo entero, una persona pisoteada en su dignidad está por encima de cualquier otra cosa. Lo olvidamos con demasiada frecuencia. Y el opus ha pisoteado y llevado a la desesperación a miles.

 

Yo ya me he acostumbrado a que cuando digo cosas con claridad meridiana, como pienso que se debe hablar las personas cuando hay tanto en juego, salga siempre alguien a defender la "honorabilidad" del opus dei, como si les faltaran defensores, o como si yo hubiera trasgredido una especie de "tabú".

 

Otros no dan importancia al hecho de que Alvaro del Portillo y Javier Echevarría "hicieran trampa" para obtener el carné de conducir: a mí me parece miserable. Me parece miserable e hipócrita, puesto que si dicen que "santifican la vida ordinaria", ¿hay algo más ordinario que tener que dar clases y tener que pasar los tests de la DGT? cuando se cuentan este tipo de anécdotas tan significativas de su comportamiento comprendo mucho mejor por qué los opusianos españoles no tragan la asignatura de la ciudadanía. Hay algo más profundo que el tema de las bodas homosexuales. Dejo esa cuestión a un lado....

 

Siguiendo con el tema de la solidaridad con los que sufren dentro, es falaz que se puede estar en el opus para ayudar a los demás. No funciona. Por varios motivos, primero, porque a quien primero se debe uno ayudar en la vida es a uno mismo, cuidando de su conciencia como decía Sócrates, le costó la vida pensar así claro está. En opuslandia no puedes abrir una puerta o cerrar un cajón si eso de alguna forma no beneficia al sistema. No exagero ni un gramo. Se cuentan miles de ejemplos del fundador dando lecciones de "cosas pequeñas", tipo "cómo deben de estar ordenados los objetos de decoración encima de una mesa en tal pasillo". Un sin sentido para las personas mentalmente sanas y con preocupaciones reales.

 

Por ello no puedes en modo alguno acudir con unas palabras de consuelo o pidiendo justicia para otra persona. Es sencillamente ciencia-ficción. En el opus dei no hay problemas, todo se arregla por la vía de echar al que estorba, o empastillarlo, o desprestigiarlo, o si se puede las tres cosas a la vez mejor que mejor. Por tanto, si una directora o una numeraria situada en la escala de poder humilla a una auxiliar, eso no tiene salida. Punto y final. Y si "otra miembra" ve la injusticia y se indigna, esa persona sabe de sobra que no hay nada que hacer. Si se toma suficientemente en serio la indignación, puede ser su camino hacia la puerta de salida. Por el hecho de que yo al menos no quiero tener que ver con un sistema donde se permite la humillación de los demás por tonterías.

 

Si ves a otra sufrir o ser encerrada en una habitación por varias directoras como me vieron a mí varias agregadas hace seis años, evidentemente las "varias directoras" tienen toda la razón, y la encerrada tú verás como queda... O te identificas hasta con el estornudar de las directoras o la puerta de la calle está para usarla. En sólo una cosa no miente el opus dei: el espíritu es obedecer o marcharse.

 

Sí podemos decir que es una ley determinista opusina: dentro permanecen las personas que dan más ventajas que dolores de cabeza a las directoras.... Esta ley sí se cumple sin excepción. En el opus dei no hay problemas, no puede haberlos. De forma que si te soportan con tus rarezas y tus críticas incluso, últimamente por aquí salen muchos supernumerarios críticos, tu pertenencia les compensa. En cuanto tu presencia no compensa ni siquiera por los millones que le están sacando a tu familia o a tí, dont worry! tu vocación desaparecerá como por ensalmo, lo mismo que apareció. Te sacarán sin miramientos. La gente un poco crítica le da "vidilla" a la cosa, yo me he encontrado con decenas de personas que me comentan: "fulanica es del opus pero no parece, es tan simpática..." pero bueno ¿qué quiere decir parecer del opus? ¿comerse a la gente con cuchillo y tenedor?

 

Y finalmente, lo del poder, lo que habéis contado de Florencio Sánchez Bella en México es el caso paradigmático de una persona que "se identificó con el espíritu de la obra", con el disfrute del poder total sobre cuerpos y almas. Fue un pez gordo en la jerarquía, consiliario de España cuando yo pité, y cuando lo echaron está claro que ese hombre se trastornó. Lo quitaron de en medio mandándole cruzar el océano como primera medida, y como segunda no le dieron cargazos de su nivel en México. Por tanto una persona identificada con el vértigo de poder opusiano cuando le quitas aquello que era la "luz de su existencia" se trastorna. No tiene sitio en el mundo, lo muestran las diferentes meteduras de pata y ganas de "arrasar" en las labores mejicanas relatadas la semana pasada. "Vender el alma al diablo" es más que una expresión, ahí dentro pasa y se paga caro.

 

Ana Azanza







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