Poder defenderse. Para José María Guillén.- Aquilina
Fecha Thursday, 01 April 2004
Tema 040. Después de marcharse


Para José María Guillén

Antes de todo un bienvenido a la web, y enseguida un comentario a una frase tuya que, por lo visto, sale a menudo también en otras correspondencias. Tu, José Maria, escribes:

"Es verdad que hay gente que te la juega, que te trata mal, que te agrede hasta en lo más personal... pero, ¿es que no pasa eso en el resto de la vida, es decir "fuera del opus"? Hay gente buena (que abunda) y gente mala, como en todos lados".

Lo que dices es cierto, pero hay que evidenciar una diferencia muy importante: la formaciòn que te proporciona la obra te impide defenderte de la gente mala o de la que no lo es tanto pero sì, de alguna manera, te està haciendo daño en un determinado momento. Lo que yo critico en el opus no es que en él se encuentren personas con sus limites y hasta defectos (no podrìa ser de manera distinta) sino que el "buen espiritu" impida a uno de poner en tela de juicio las indicaciones de los directores, la correcciones fraternas, las indicaciones internas... cualquier manifestaciòn que a uno, en un determinado momento, le parece pueda atentar a su integridad psicologica y/o moral. Si una persona quiere vivir bien el espiritu de la obra, no tiene medios para reaccionar contra las maldades que les puedan llegar de parte de estss personas menos positivas que se encuentran en la obra como en cualquier otro rincòn del mundo. Y si, no obstante el buen espiritu, reacciona, se es censurado por esta razòn.

En cambio, cuando volvemos a vivir en el mundo normal, sí que recuperamos la posibilidad y, poco a poco, también la capacidad para reaccionar y hasta defendernos: aprendemos a guardar nuestra intimidad, a no contar a todo el mundo que nos lo pide nuestros más interiores pensamientos, a no dar cuenta necesariamente de todo los que nos pasa por la cabeza... aprendemos a discutir y hasta a reñir (no sé los demàs, pero para mì ésta ha sido una de las conquistas màs dificiles), hasta a mentir asumiendonos nuestras responsabilidades, o sea sabiendo que estamos ocultando la verdad y juzgando que eso es lo acertado en aquella circustancia... Volvemos poco a poco a centrar nuestra responsabilidad moral en nosotros mismos, en nuestra conciencia bien formada, dejando de lado este esfuerzo diuturno para adaptarnos a la moral eteronoma, exterior, de las normas, de los criterios y de la gracia de estado.

Y los demàs, tanto los buenos como los malos, saben -como lo sabemos todos- que no estàn exentos de críticas, que su actuaciòn puede ser criticada por los afectados y hasta ser rehusada y juzgada como no oportuna.

Todo esto, si lo reflexionas bien, es una diferencia muy honda con lo que pasa en la obra, y esto es lo que se critica de la instituciòn, y no que en ella se encuentre de todo.

Como siempre, un abrazo cariñoso para tod@s,

Aquilina







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