Cada vez es mas frecuente oír que la web “está haciendo mucho daño a la obra” y aunque entiendo ese modo de hablar, lo que realmente está haciendo esta web es un gran bien a la obra, a los que nos hemos ido y sobretodo a sus miembros.
Más de una vez en mis pensamientos le doy vueltas a que algo tan sencillo como es esta “correspondencia” puede estar influyendo en una institución tan complicada, tan organizada, tan poderosa y tan grande (vamos a dejarlo así). Y siempre llego a la conclusión de que el arma para vencer es, exclusivamente la verdad.
La verdad de unos testimonios de vidas entregadas a Dios y rotas por la obra.
La verdad de unos documentos internos prohibidos para la mayoría de sus miembros.
La verdad de una mano amiga desinteresada frente a la ausencia de la caridad mas elemental.
La verdad del que no tiene nada que perder porque lo ha perdido todo frente a la mentira más ruin por defender lo que no tiene defensa.
La verdad del estudio no manipulado frente a una teología oprimida en el corsé de la obra.
La verdad de los sentimientos humanos frente a la ausencia de sentimientos de los miembros que aquí escriben juzgando, insultando y despreciando.
La verdad de los miembros que han encontrado en esta web lo que querrían haber encontrado en la obra.
La verdad de una coordinadora frente a un ejercito de director@s que mienten más que hablan (¡ojo! Son mentiras absolutamente justificadas por el bien de la obra y por el bien de las almas).
La verdad de algunas personas que han perdido el tesoro mas preciado, la fe, frente a un colectivo que se cree “la salvación de la iglesia y de la humanidad”.
La verdad de tanto dolor frente a la más falsa de las alegría.
La verdad de personas reconstruyendo su vida con esperanza frente a una multitud que se desmorona entre pastillas y lágrimas.
Y sobretodo la verdad de un puñado de personas que tenemos la inmensa suerte de poder actuar en conciencia frente a miles de miembros con conciencias confundidas y pisoteadas a fuerza de actuar en contra de su propia conciencia.
¡David contra Goliat!
¡La humildad y la verdad frente a la prepotencia y a la falsedad !
Arancha P.