Cosas Que Me Tienen Hasta Las Narices IV.- Salypimienta
Fecha Monday, 29 September 2008
Tema 078. Supernumerarios_as


Hola a todos:

Ya que últimamente se ha hecho referencia a la CARIDAD, voy a contar ahora la manera en la que la caridad de 'casa' termina por desquiciarte. La primera norma de caridad "opusina" (me sigue encantando la palabra) se vive con la Corrección Fraterna. Ni crean que les voy a transcribir los versículos completos, pero según el Evangelio de San Mateo (18, 15-20), la corrección fraterna que ahí se explica poco o nada tienen que ver con la que se practica dentro de la obra...



En primer lugar, que yo sepa a nadie le gusta hacerlas y mucho menos recibirlas, en todo caso, ¿no sería más facil que el/la más cercana al/la "delincuente", le comentara en buen plan que cierta cosa, práctica y/o actitud le estaba poniéndo en peligro de alejarse de Dios?. ¡Claro que no!, la maquinaria interna no funciona ni funcionará nunca de ésa manera. La correción dentro de la obra NO sirve para corregir las faltas de caridad ni las rudezas en el trato con Dios, sirve exclusivamente para tener bién sometidos a sus miembros y volverlos unos verdaderos robots, o como diría cualquier pedagog@ moderno "para pisotearte la autoestima y bajártela hasta el suelo". A mi me han hecho cientos de ellas por las cosas más estúpidas que uno se pueda imaginar:

- Porque me corté el cabello, porque no me lo he cortado, porque no trabajo en una obra corporativa (para que me puedan explotar ¿no?), porque subí de peso, porque bajé de peso, porque traía un botón desabrochado (y no se me veía nada), porque mi marido no es de la obra, porque me reí de un chiste 'subido', porque no hice la genuflexión al pasar por el Sagrario (me acababan de operar del apéndice), porque no tengo coche último modelo, por que mis hijos no asisten a ningún club (fueron y lo odiaron), porque escucho la radio cuando voy en el coche, porque compro el diario, porque le dedico tiempo a las manualidades, porque mi rosario está viejo (me lo regaló mi abuela, y pienso seguir usándo el mismo), porque tosí, porque estornudé, etc., etc., etc. ¡puras imbecilidades!. No recuerdo una sola corrección que me hayan hecho por algo que realmente pudiese apartarme de Dios. Además, me enferma que sean hechas sin la menor caridad del mundo, sin un ápice de tacto, con mucha mala leche y encima de todo te pongan su cara de "es que soy taaaan buen@", y usen su tonito de voz meloso e hipócrita.

Bueno, el colmo es que me han hecho correcciones fraternas por no hacer correcciones fraternas, y es que la verdad, yo creo firmemente en el refrán de mi tierra que dice que: "Sólo las ollas saben los hervores de sus caldos". ¿Cómo me voy a atrever a corregirle a alguien lo que sea, si no sé los motivos íntimos por lo que lo hace?, y aunque los supiera, ¿con qué cara voy a pedirle a alguien que haga o deje de hacer cosas por que me chocan o por que yo las hago de otro modo?. ¡Por favor! que alguien me diga si después de una correción se ha vuelto más sant@. Eso si, antes de hacerla hay que consultarla con el/la dire en turno, es parte del plan de acorralamiento para que te tengan bién apergollad@ y para rematar con broche de oro, tienes que agradecerla porque 'es de buen espíritu'. Ojalá que el buen espíritu se manifestara en vivir la caridad, pero no con las directrices de la institución, sino como está definida: Caridad del lat. caritatem. Amor a Dios y al prójimo; virtud cristiana opuesta ala envidia y a la animadversión.

Y ya que en Opuslibros una numeraria habló de la Primera Epístola de San Pablo a los Corintios, y en especial se hizo referencia a la parte de los límites, sería maravilloso que los miembros la estudiasen con calma:

El amor en la obra disculpa sin límites (¡ja!) habrá que preguntar a todos los ex miembros sobre lo disculpados que se sintieron, cuando decidieron marcharse y nadie les quiso hacer la vida de cuadritos.

El amor en la obra confía sin límites (¡ja! ¡ja!), quizá por lo  de la confianza sin límites sea eso de las puertas con doble cerradura, el índex de los libros prohibidos, la cantidad incalculable de 'experiencias', 'vademecums', 'instrucciones' y demás literatura. También quizá por la confianza sin limites, los sacerdotes tienen que confesar a una moribunda con la puerta abierta muy a la vista de todos, ha de ser por eso lo de los 50,000 kms. de distancia entre unos y otras y lo del corazón guardado con siete cerrojos.

El amor en la obra espera sin límites (¡si, como no!), espera a tener más dinero, más poder, más adeptos, más propiedades... y algún día buena fama, eso si lo hace  sin límites. ¡Ah!, también espera sin límites que a todos los "desertores" les caigan las siete plagas de Egipto, Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis y todas las maldiciones de la tierra.

El amor en la obra soporta sin límites (4'000,000 de ¡ja's!) Tan no soporta nada que tiene a todo el mundo encerrado cupliendo normas y 'costumbres de casa', para que a nadie se le pueda ocurrir pensar, razonar, discernir y criticar, por que nunca ha soportado ni a los demás, ni a los de siempre, ni a los de ahora, ni a los de fuera, ni a los otros ni a nadie que no sea total y y absolutamente de 'dentro'.

Besos a todos,

Salypimienta

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