Ni se os ocurra devolver un duro. No seáis tonticas. Vaya sinvergüenzas... O sea, que el dinero que les entregáis durante tantos años de trabajo o de esclavitud, ése no tenéis derecho a recuperarlo. Pero los cuatro cochinos duros que os dan a cambio, os amenazan con reclamároslos judicialmente.  Pues nada, ni caso. Si no os ponen una demanda en breve es porque carecen de medios de prueba, o porque no pueden exponerse a que ciertas conductas salgan a la luz pública. Y aunque se condenase judicialmente a alguno a devolver algo, muy dificilmente puede verse expuesto a una ejecución existosa de la sentencia. Que una cosa es ganar un juicio y otra cobrar... Pero ante todo, consultar con un abogado. No tengáis miedo, que por una consulta muchos ni cobramos. Por cierto, si las cartas que os envían no van por correo certificado no tienen forma de probar que hayan interrumpido la prescripción.

Hala, olvidaos de estas sandeces.

Sanivo